La credibilidad de Merkel a la baja a medida que se acerca cada vez más una nueva elección

Angela Merkel. / RRSS
Angela Merkel. / RRSS

Las conversaciones de la coalición alemana colapsan y los escenarios más probables incluyen otra elección o un gobierno minoritario en el país más representativo de la Unión Europea.

La credibilidad de Merkel a la baja a medida que se acerca cada vez más una nueva elección

Alemania fue arrojada a la turbulencia política aún más el pasado domingo por la noche cuando las conversaciones para formar un nuevo gobierno colapsaron, elevando la perspectiva de una nueva elección, algo que podría poner en riesgo incluso el cargo de Angela Merkel como canciller. 

Las negociaciones entre los conservadores de Merkel, los liberales demócratas liberales (FDP) y los verdes terminaron abruptamente poco antes de la medianoche después de que el líder del FDP Christian Lindner dijera que no veía esperanzas de que las partes pudieran romper un estancamiento que había persistido en las discusiones por días desde hace dos semanas.

Aunque fue claro desde el principio que las discusiones serían difíciles, dada la importante división ideológica entre los conservadores y los Verdes, los líderes del partido insistieron hasta el domingo por la noche en que estaban optimistas de que se podía llegar a un acuerdo. Inicialmente establecieron como plazo el jueves pasado para llegar a un acuerdo, pero lo extendieron hasta el domingo por la noche. Al final, las conversaciones se empantanaron por diferencias sobre la política de refugiados y el clima, entre otros asuntos.

El fracaso significa que es improbable que Alemania tenga un gobierno estable durante meses, obstaculizando la capacidad de Berlín para tomar decisiones estratégicas apremiantes en todo, desde la política exterior hasta la reforma de la eurozona. El estancamiento llega justo cuando Alemania enfrenta una serie de desafíos serios, que incluyen disputas sobre el estado de derecho en Polonia y Hungría, además de las negociaciones del Brexit.

La mayor incertidumbre rodea el propio futuro de Merkel. Su fracaso para conseguir una coalición con los liberales y los Verdes debilitará sin lugar a dudas su posición en el partido aún más. Aunque lideró a los Demócratas Cristianos a la victoria en las elecciones de septiembre, perdieron una gran cantidad de apoyo en comparación con el 2013. Desde entonces, las críticas hacia ella dentro de los rangos conservadores han aumentado.

Aunque la popularidad personal de Merkel entre los alemanes se ha mantenido alta, las noticias del fracaso de las conversaciones seguramente pondrán nerviosos a muchos en una cultura política que premia ante todo la estabilidad. Si el SPD no revierte el rumbo, el regreso a las urnas será inevitable y el desgaste de Merkel también, pues el electorado le hará pagar el no haberse mostrado todo lo firme y conciliadora que su fama nos cuenta. @mundiario 

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