Las promesas de la campaña electoral son como mentiras piadosas que se hacen para no ser cumplidas

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. / www.lamoncloa.gob.es.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. / www.lamoncloa.gob.es.
Son más graves las mentiras indecentes. Como la del mismo presidente que acusó al PP en sede parlamentaria de “hacer lo imposible para impedir el fin de ETA”, una afirmación que falsifica la historia y es impropia del presidente del Gobierno.
Las promesas de la campaña electoral son como mentiras piadosas que se hacen para no ser cumplidas

Desde que el presidente Sánchez tomó las riendas de la campaña ocupa la 'pole position' en el ranking de promesas electorales. A cada mitin lleva su bombo de lotería con viviendas, bonos de viaje a los jóvenes, cine rebajado para los mayores, avales del Tesoro, créditos ICO y un sinfín más de subvenciones para convertir a España en el país de Jauja. Cálculos elementales estiman que el montante económico de sus promesas supera los 13.000 millones de euros.

El problema del presidente es que ha perdido la credibilidad porque demostró reiteradamente que miente e incumple o hace lo contrario de lo que promete. Por eso, algunos humoristas toman a cachondeo esa tómbola presidencial. Como Perídis que en una viñeta reciente dibujó al líder del PP frente a él diciendole: “¡no te pases Pedro! ¡Deja algo para las generales!".

Claro que el presidente sabe que fue el alcalde Tierno quien dijo que las promesas hechas en campaña están para no ser cumplidas y las suyas se están diluyendo. Son como mentiras piadosas que forman parte del perfil de los políticos en campaña que la mayoría de los ciudadanos no creen. No solo las promesas del presidente, también las de muchos candidatos a las alcaldías que prometen ahora lo que tenían que haber hecho en la legislatura que acaba. 

Son más graves las mentiras indecentes. Como la del mismo presidente que acusó al PP en sede parlamentaria de “hacer lo imposible para impedir el fin de ETA” y capitalizó para el Partido Socialista el final de la banda terrorista “derrotada con ayuda de Bildu y a pesar del Partido Popular”. 

Acusar a este partido, que tiene tantos muertos en el recuerdo, de que quería que ETA siguiera matando es de una bajeza moral inconmensurable, inconcebible en el presidente del Gobierno que sabe que en la derrota de los terroristas hubo muchos actores, entre ellos la eficacia de Policía y de la Guardia Civil, los jueces, los partidos constitucionalistas, como el PP y PSOE, y toda la sociedad. ETA anunció el fin de la actividad armada gobernando Zapatero y su disolución gobernando Rajoy.

El presidente distorsiona conscientemente la historia inventando unos “hechos alternativos” y  es víctima del mismo síndrome que con el procés cuando se apropió del relato del independentismo para echar la culpa a Rajoy de la sedición de 2017 y sostener que la “pacificación” de Cataluña fue posible gracias a Esquerra y a pesar del PP.

Estas falsedades demostrables hechas por un político de tanta responsabilidad, indican que el presidente ha involucionado como socialdemócrata. Debe pensar que lo que es útil para el Gobierno y para él está libre de ajustarse a la verdad de los hechos y exento de responder a criterios éticos y morales. @mundiario

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