La idea de Xulio Ferreiro de lucirse en Riazor se le vuelve en contra

Obras en la cubierta de Riazor. / RR SS
Obras en la cubierta de Riazor. / RR SS

Un total de 8.564 socios deberán ser reubicados en otra localidad para los partidos del Deportivo de La Coruña ante el Sporting de Gijón y el Granada.

La idea de Xulio Ferreiro de lucirse en Riazor se le vuelve en contra

La gran obra del primer gobierno municipal de la Marea Atlántica en A Coruña –al menos la más aparente y popular– es la cubierta del estadio de Riazor, con un presupuesto de siete millones de euros, uno de los cuales lo aporta la Diputación de A Coruña, cuyo presidente es del PSOE.

Pero esa obra llamada a dar brillo al alcalde Xulio Ferreiro –deportivista reconocido– amenaza con lastrar su buena intención con el Deportivo: no terminará a tiempo en el plazo previsto.

La empresa Arias Infraestructuras no da más de sí –se supone que cumple su contrato–, y todo parece indicar que también hubo un retraso administrativo, que sería responsabilidad del gobierno local.

Un total de 8.564 socios deberán ser reubicados en otra localidad para los partidos del Deportivo de La Coruña ante el Sporting de Gijón y el Granada.

El alcalde de A Coruña aplaza a finales de septiembre la conclusión de la cubierta de Riazor, con un considerable desfase respecto a las previsiones del propio Ayuntamiento

El Deportivo, que ya jugó los tres primeros partidos de Liga fuera de casa, para ganar tiempo, recibirá al Sporting de Gijón con el estadio en obras, con problemas para ubicar a miles de espectadores, en su mayoría socios. Ni siquiera estará listo para recibir al Granada. Tal vez cuando venga el Málaga, el 7 de octubre. De hecho, Xulio Ferreiro aplazó a finales de septiembre la conclusión de los trabajos en Riazor, con un considerable desfase respecto a las previsiones del propio Ayuntamiento.

¿Responsables? ¿Autocrítica? Brilla por su ausencia. La ciudad y el club no quedan a la altura de lo que podía esperarse de A Coruña y del Deportivo. @mundiario

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