La inflación subyacente, la más determinante, aumentó en agosto en tres décimas, hasta el 6,4%
La inflación subyacente, la que que no incluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos, aumentó en tres décimas en agosto, hasta el 6,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha informado este martes de su dato adelantado.
En general, los precios subieron en agosto un 10,4%, cuatro décimas por debajo de la estadística de julio. Se trata del segundo dato de inflación más alto de los últimos 38 años.
En agosto aumentaron los precios de la electricidad, la alimentación y la restauración, entre otros, y bajaron los precios de carburantes.
¿Por qué es más importante la inflación subyacente, la underlying inflation o core inflation? Lo es porque recoge la variación en los precios de los bienes y servicios del IPC, pero excluye los bienes energéticos y sin elaborar, con lo cual refleja la situación estructural de la economía e indica cuándo se debe intervenir para corregir la inflación.
Qué opinan los expertos
La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado en declaraciones a TVE que la previsión que maneja el Gobierno es que la inflación siga bajando en los próximos meses.
El economista José Moisés Martín se ha pronunciado de manera similar en la cadena Ser: "Salvo que tengamos alguna sorpresa, y salvando el problema grave del gas ruso, lo normal es que viéramos un ligero descenso de la inflación general en los próximos meses, una cierta moderación por el miedo a la recesión y por la actuación de los bancos centrales". Sin embargo, la inflación subyacente –la más determinante– podría seguir "subiendo un tiempo", según este experto.
La clave, la luz
Agosto cerrará como el mes con la electricidad más cara de la historia, con un precio medio en el mercado mayorista por encima de los 290 euros el megavatio/hora (MWh), lo que hará que la factura de la luz supere este mes los 110 euros.
La Unión Europea ya anunció una "intervención de emergencia" del mercado de la energía. ¿Qué puede hacer Bruselas? Básicamente, tres cosas: 1) extender la llamada excepción ibérica a toda la UE para desacoplar el precio del gas del precio de la luz. 2) prohibir la especulación en los mercados de futuros, como se hizo en su día con la deuda pública y los seguros de impago de algunos países. Y 3) congelar los precios de las emisiones de CO2, opción que defienden los gobiernos del sur de Europa. @mundiario
