Miguel Contreras, un referente de los grandes pilotos con coches pequeños

El coche de Miguel Contreras (todavía) no lleva publicidad del Santander. En eso se diferencia del de Fernando Alonso. Pero no en la ilusión y la pasión por el automovlismo. Ya se sabe lo rápido y lo lejos que ha ido Fernando Alonso y apenas nadie ha reparado en la trayectoria de Contreras. Por eso mismo lo ha elegido MUNDIARIO como referente de todos esos pilotos anónimos que, como él, disputan pequeñas carreras o modestos patrocinios para sus coches. Sin ellos tampoco hablaríamos cada semana de Fernando Alonso, como hace nuestro cronista de motor, José Ramón Sanluís, técnico superior en automoción y analista de MUNDIARIO.

Contreras se contenta con pruebas como la última que disputó en el circuito del Jarama, la II prueba del Trofeo RACE de Turismos, con el equipo de tandas privadas, en la categoría ST. "En la fase de clasificación -explica- me costó un poco pillarle el punto al coche y la pista, después de unos meses sin correr, pero en la parte final y gracias a los ánimos de Jorge, director del equipo, conseguí hacer un tiempazo de 2:05, (corremos con neumáticos de calle), bajé más de 2 segundos mi mejor vuelta de la pasada carrera. Este tiempo me permitió partir desde la pole en la primera carrera. Desde la salida comencé a tirar sin arriesgar mucho manteniendo a raya al segundo clasificado, mi compañero de equipo, para finalmente ganar la carrera, mi primera victoria en automovilismo el año de mi debut, con la vuelta rápida de mi categoría... No podía ir mejor".

Pero hubo más. "En la segunda carrera -recuerda- salía desde la pole nuevamente, por ganar la primera carrera. A las dos vueltas noté que el coche iba un tanto extraño y que perdía potencia, al ir regresando a boxes para abandonar la carrera, en la subida de Bugatti el coche se paró, dejándome fuera de la carrera. Finalmente, una avería de motor que esperemos que para la tercera y última prueba del campeonato esté reparada, con el coche listo".

Para Miguel Contreras fue un día de carreras "raro", con alegría por la victoria y decepción al quedarse fuera de la carrera "sin ser por un fallo propio". Pero así son las carreras de los pobres que algún día serán ricos. Ahora le toca buscar apoyos y patrocinadores para poder correr la última carrera y luchar por el campeonato. Por eso MUNDIARIO ha decidido sumarse a su (buena) causa.