Jordi Cruyff: El genio silencioso detrás del área deportiva del Barça
Los focos de las alabanzas de los medios de comunicación catalanes durante el mercado de traspasos que acaba de concluir, se han centrado especialmente en tres figuras del barcelonismo: Xavi Hernández, Joan Laporta y Mateu Alemany. Los tres han sido tildados como próceres de este proyecto que busca el renacer azulgrana tanto en el campeonato nacional español como en la Champions League, después de las debacles protagonizadas por el primer equipo a pesar de contar con Lionel Messi.
Ahora todo son elogios, pero ante tanta positividad y entusiasmo hay una figura que prácticamente ha sido olvidada por buena parte de los seguidores azulgranas. Jordi Cruyff, el hijo del legendario Johan Cruyff es el director deportivo que debe combinar dos funciones importantes dentro del club: el valor del dinero invertido y el rendimiento deportivo de cada una de las piezas que han entrado y salido en los últimos meses, para crear una plantilla que se ajuste a las exigencias del entrenador, que brille dentro del campo y que además gane títulos, especialmente la Liga de Campeones, trofeo que se le resiste a los culés desde 2015.
No ha sido precisamente un camino de rosas el que ha tenido que transitar el vástago del fallecido tulipán neerlandés, tan pronto anunció su retiro de las canchas comenzó su paso por los despachos cuando trabajó en 2010 con el AEK Larnaca, un club desconocido dentro del concierto europeo, pero al que ayudó a protagonizar una grandiosa actuación en la UEFA Europa League de la temporada 2011-2012, un torneo al que clasificaron tras eliminar al Rosenberg de Noruega, que los convirtió en el primer equipo chipriota que se clasificaba al citado certamen.
Posteriormente recaló en 2012 en el Maccabi de Tel Aviv, en el club israelí fue el responsable de la contratación de Óscar García cuando el excanterano de La Masía era técnico de uno de los equipos juveniles azulgranas. Gracias a su gestión su club logró su primer título en diez años. Cuando García se fue, la base deportiva que construyó Cruyff fue tan buena que los éxitos continuaron cuando llegó Paulo Sousa en el verano de 2014. Aunque el lusitano no duró mucho en el puesto, su sucesor en el puesto Pako Ayestarán coronó una temporada con tres títulos nacionales, algo que nunca se había visto en Israel.
Sus buenos años en Chipre y en Israel fueron importantes para formarse en el puesto y dar el salto hacia uno de los grandes clubes del mundo. Cuando Joan Laporta lo incorpora a su staff de trabajo, lo elige principalmente porque sabe perfectamente cómo funciona el mercado. Como lo explica Marca, Jordi Curyff ha sido el principal defensor de contratar a jugadores que jueguen en la Premier League, porque considera que tienen un ritmo que no se ve en España y que necesita el Barcelona. Por ejemplo Raphinha, no es alguien nuevo en su agenda, porque el brasileño ha sido seguido por el neerlandés desde hace años, porque estuvo a punto de fichar por el Maccabi de Tel Aviv.
Otra de sus grandes contribuciones fue la de la renovación de Ousmane Dembélé y la contratación de un atacante estelar en el mercado invernal de la temporada anterior. Su mediación fue clave, como en la llegada de Aubameyang. Una de las razones del éxito de este mercado ha sido la excelente relación que ha habido entre los tres responsables de la parcela deportiva. Todos han jugado su papel sin egos y respetando el trabajo de los demás. "Somos un equipo. Estoy muy contento con Mateu y Jordi y el presidente. Jordi es muy leal, tiene mucha experiencia. Nos ha ayudado en todo. El club está en muy buenas manos con Jordi y Mateu", expresó Xavi recientemente.
No se sabe qué ocurrirá al final de la temporada, si el proyecto deportivo triunfará o fracasará, pero lo que sí es cierto, es que sin la presencia de Cruyff, la ilusión reinante en el Spotify Camp Nou y en el barcelonismo en todo el mundo no sería posible. @mundiario
