Cristiano Ronaldo pretende hacer el camino de Hugo Sánchez a la inversa

Cristiano Ronaldo y Hugo Sánchez. / MUNDIARIO
Cristiano Ronaldo y Hugo Sánchez. / MUNDIARIO
El máximo goleador histórico mexicano en Europa comenzó deslumbrando en el Atlético, pero se hizo leyenda como madridista.
Cristiano Ronaldo pretende hacer el camino de Hugo Sánchez a la inversa

Hugo Sánchez fue uno de los grandes delanteros del siglo veinte. El mexicano brilló con intensidad en los años ochenta, primero como delantero estrella del Atlético de Madrid, aunque después no le tembló el pulso para marcharse al máximo rival del club colchonero, el siempre indeseable vecino, el Real Madrid. El futbolista alcanzó un estatus legendario en el Santiago Bernabéu, pero en el Vicente Calderón no podían verlo ni en pintura, porque para los seguidores fue imperdonable su acción. Casi cuarenta años después de ese cambio, los colchoneros le pueden pagar con la misma moneda a los merengues, con la contratación de Cristiano Ronaldo.

Hay diferencias. Hugo Sánchez se marchó del Atlético con un Pichichi en el bolsillo, utilizando a la UNAM como herramienta útil para su traspaso, mientras que el portugués llegaría al Metropolitano con cinco Balones de Oro y tres premios Pichichi.

El mexicano aterrizó en el Santiago Bernabéu con 27 años recién cumplidos, a punto de iniciar la mejor etapa de su carrera. El lusitano llega en la recta final de su impresionante trayectoria y con 37 años encima, pero con ganas de seguir demostrando que sigue vigente. 

No es la primera vez que un jugador pase de una institución a la otra, pero en este caso estamos hablando de un símbolo, la máxima leyenda madridista después de Alfredo Di Stéfano el que podría transformarse en la punta de lanza del proyecto de Diego Simeone, un entrenador a quien por cierto respeta, como lo confesó durante su presencia en el documental sobre el entrenador llamado Simeone: Vivir partido a partido. 

La última vez que una gran figura del Madrid se vistió de rojiblanco fue cuando Bernd Schuster se marchó de La Castellana, para continuar su prolífica carrera en el Vicente Calderón, en el verano de 1990 después de dos muy buenas temporadas como merengue. Treinta y dos años después puede ocurrir lo mismo, todo es posible porque todavía queda mucho para que cierre el mercado de traspasos. @mundiario

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