El Barça logra la remontada y estará en la final de la Copa del Rey
Las remontadas no son imposibles. Ronald Koeman lo dejó claro en la previa, el Barcelona saldría a buscar la remontada y el objetivo se cumplió, se necesitó llevar el partido hasta la prórroga pero el 3-0 es sin duda el reflejo de un equipo que no se rindió, amén de un rival que planteó poca o ninguna resistencia.
El Barcelona disputará su final 43 de la Copa del Rey el próximo 17 de abril en el estadio La Cartuja de Sevilla, donde se enfrentará al que resulte ganador entre el Athlétic de Bilbao y el Levante, quienes definirán su eliminatoria este jueves.
Koeman no sorprendió con su alineación, se esperaba el mismo 3-5-2 con el que el entrenador blaugrana se planteó el pasado fin de semana en el Pizjuán, justamente ante el mismo rival, en ese duelo el partido se saldó con un 2-0 y por ende, alineación ganadora no se cambia.
A los 12 minutos de partido llegó el primer gol con una gran jugada para enmarcar de Ousmane Dembélé, le arrebató un balón que parecía perdido a Koundé y desde la frontal mandó un verdadero misil con la derecha y el esférico se incrustó en la portería defendida por Vaclik. 1-0.
Con el gol temprano el Barça comenzaba a jugar a su estilo y con la presión para los de Lopetegui porque un gol más forzaba la prórroga y un tercero el triunfo para los blaugrana, por supuesto el resultado se cumplió.
El Sevilla salió al Camp Nou con valentía al principio, pero de a poco solo se dedicó a defender y permitió que el cuadro catalán se adueñara más del balón, error garrafal, más cuando el que necesita remontar es nada más y nada menos que el Barça.
Se fueron al descanso con la ventaja para Koeman y su tropa, Lopetegui tenía que ajustar las cosas para la segunda parte, sin embargo no surtió mucho efecto la charla del entretiempo.
Un penalti en el 73 a favor del Sevilla parecía el premio a la resistencia y a las pocas ideas desde lo ofensivo, el encargado de ejecutarlo fue Lucas Ocampos quien pateó a la derecha de Ter Stegen y el meta alemán le adivinó la trayectoria, seguía con vida el partido, pero los azulgrana necesitaban uno más para el alargue.
El milagro de la remontada llegó en el 94, un tiro de esquina rechazado, Griezmann con el balón centró al área, Gerard Piqué cabeceó y gol in extremis, el 2-0 y a la prórroga. Por su parte el Sevilla con 10 jugadores tras la expulsión de Fernando por doble amarilla, se quedaba contra las cuerdas.
Para cerrar la remontada épica, el Barcelona no tardó mucho, minuto 1 del inicio de la prórroga, un centro de Jordi Alba que consiguió bien colocado a Braithwaite, quien cabeceó a sangre fría, el balón impactó en Vaclik y terminó en el fondo de la red, 3-0 y el cuadro culé se clasificó a la final. @mundiario
