España se acerca a Venezuela y nombra un embajador dos años después de su retirada

El ministro José Manuel Albares en el Congreso. / @Congreso_Es
El ministro José Manuel Albares en el Congreso. / @Congreso_Es

El Consejo de Ministros ha acordado ascender al actual encargado de negocios en Caracas, después de años sin embajador en protesta por la crisis en Venezuela.

España se acerca a Venezuela y nombra un embajador dos años después de su retirada

España volverá a tener embajador en Venezuela después de más de dos años, después de que el Gobierno decidiera retirar al jefe de la legación diplomática en protesta a la crisis institucional en el país caribeño. Ahora, el Consejo de Ministros ha acordado recuperar la figura y elevar al encargado de negocios español en Caracas, Ramón Santos Martínez, como nuevo embajador en Venezuela.

Santos ejercerá el rol del máximo representante diplomático en Caracas después de dos años. España no ha tenido un embajador en Caracas desde que cesó en 2020 en el cargo diplomático a Jesús Silva, quien prestó protección en su residencia oficial a Leopoldo López. A Silva le sustituyó Juan Fernández Trigo, exembajador en Cuba, con la posición inferior de encargado de negocios, un cargo de máximo representante diplomático que no requiere pedir el beneplácito del Gobierno bolivariano ni presentar credenciales al presidente Nicolás Maduro.

De esta manera, España se alineó junto al resto de la comunidad internacional y de sus socios europeos, para desconocer la legitimidad de Nicolás Maduro como jefe de Estado tras considerar que las elecciones presidenciales de 2018 fueron fraudulentas, y para respaldar el Gobierno interino que encabezó el entonces presidente de la Asamblea Nacional (AN) Juan Guaidó, que recibió el apoyo internacional de prácticamente todo Occidente, tras cosechar el reconocimento de 60 países.

Santos Martínez es licenciado en Derecho, en Ciencias Políticas y en Sociología, tiene una maestría en Derecho Constitucional y Ciencia Política, además de experiencia diplomática como embajador español en Panamá y en Bolivia, así como estuvo destinado en el pasado a las embajadas en EE UU, Bélgica-UE y Ecuador. De hecho, cuenta con una larga trayectoria diplomática en Iberoamérica, así como en organismos supranacionales de la región como el Mercosur o la Comunidad Andina.

Venezuela, en plena reinserción a la comunidad internacional

En una entrevista con El País, el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que la decisión de retirar al embajador español “fue un gesto político que se tomó para propiciar unas condiciones determinadas”, y apuntó a que esa meta era que la oposición y el régimen bolivariano retomaran las conversaciones en la mesa instalada en la Ciudad de México, que finalmente, tras mucho tiempo de espera como en el resto de diálogos entre ambas partes, se ha reactivado a finales de noviembre con la firma de un pacto humanitario bilateral que descongelará miles de millones de dólares en activos estatales en el extranjero, que en parte irán a parar a un fondo gestionado por las Naciones Unidas.

Entonces Albares declaró que, si el diálogo entre el Gobierno chavista y la oposición terminaría por reactivarse “como empezamos a ver”, entonces la retirada de la figura del embajador español en el país petrolero era una decisión “perfectamente susceptible de revertirse”. De hecho, al ser preguntado por qué señal debería dar el Gobierno venezolano para normalizar las relaciones diplomáticas plenas, Albares respondió: “que el diálogo arranque, tal y como está diseñado en México, sería una muy buena señal”.

El retorno del Gobierno de Venezuela a la palestra internacional fue propiciado precisamente por el descongelamiento de las relaciones entre Caracas y Washington, después de que una delegación de altos cargos se reunió en Miraflores con miembros de la cúpula chavista. La elección de Gustavo Petro como presidente en Colombia ha terminado por apuntalar la reinserción de Caracas en la comunidad iberoamericana, que ya se estaba asomando tras el boicot a la Cumbre de las Américas organizada por Joe Biden, y ha progresado con el restablecimiento de relaciones plenas entre Bogotá y Caracas, la reapertura de las fronteras y el levantamiento parcial de sanciones estadounidenses contra la industria petrolera.

Pero la plena normalización de las relaciones con Venezuela no es un asunto en que los miembros de la Unión Europea han coincidido, especialmente tras la expulsión de la embajadora comunitaria, Isabel Brilhante Pedrosa en 2021. La mayoría de los Veintisiete han degradado a la condición de encargado de negocios a su representante en Caracas, así como Estados del calado de Alemania y los Países Bajos se han rehusado a retomar la figura de embajador, pese a que este último se ha mostrado con la dispoción de reabrir las fronteras marítimas y aéreas entre el Caribe neerlandés y Venezuela.

Lo cierto es que España no es el primer país europeo en recuperar a su embajador en Caracas. Francia nunca cambió a su embajador en estos años y Portugal ha presentado las credenciales de su nuevo representante ante Miraflores a principios de 2022. París de hecho precipitó la reactivación de la mesa de diálogo tras reunir a los negociadores de ambas partes con el apoyo de Colombia y Argentina. @mundiario

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