EE UU y la UE propician la vuelta de Venezuela a la órbita occidental

Juan Guaidó. / @Presidencia_VE
Juan Guaidó. / @Presidencia_VE
"Nuestros objetivos son elecciones presidenciales libres y justas, la atención a la emergencia humanitaria y el regreso de la democracia a Venezuela", dice el líder opositor Juan Guaidó, interlocutor de Washington.
EE UU y la UE propician la vuelta de Venezuela a la órbita occidental

Durante años, tras la caída de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958, Venezuela fue un país democrático y próspero, donde lograron vivir bien sus ciudadanos y millones de inmigrantes, muchos llegados desde España, sobre todo desde Galicia y Canarias. Con altibajos, esa democracia se mantuvo más o menos estabilizada hasta la deriva de Hugo Chávez, acentuada por su sucesor, el presidente Nicolás Maduro.

Venezuela no es ahora ni democrática ni próspera y ha expulsado a más de cinco millones de venezolanos, muchos de ellos cualificados profesionales que se han abierto paso en países como España, Argentina, Chile o Estados Unidos, pero que han dejado Venezuela descapitalizada.

En América Latina, Venezuela tendría que ser el país más próspero –en ningún caso menos que Costa Rica, Panamá, Uruguay o Chile– pero es de los más pobres, teniendo las mayores reservas de petróleo del mundo. El chavismo hundió su democracia y su economía, lo cual no quiere decir que esté derrotado en un país donde controla casi todas las estructuras de poder. EE UU y la UE lo saben bien.

La guerra de Ucrania ha obligado a Washington y a Bruselas a repensar la situación de Venezuela, que al fracaso del modelo chavista une un bloqueo occidental importante. Si Venezuela vuelve a ser productiva caerá un poco menos en manos de Rusia y China y abastecerá de petróleo, como siempre hizo, a EE UU y, en menor medida, a Europa. De Venezuela interesa su petróleo, pero este reconocimiento de que el verdadero interés occidental por un país venido a menos es, sobre todo, económico no es incompatible con que beneficie a los venezolanos, empobrecidos por el chavismo.

Bases para recuperar la alternancia

Más que aspirar a tumbar a Maduro en las elecciones de 2024, Occidente quiere que Venezuela no sea un satélite de chinos y rusos en el Caribe y que su recuperación económica –exportando petróleo– permita sentar las bases de una posible democracia a medio plazo.

¿No es entonces posible un triunfo de la Oposición en las presidenciales de 2024? Posible, sí; probable, no tanto. Los partidos opositores siguen muy divididos, repletos de aparentes grandes líderes, pero sin ninguno capaz de ser alternativa real a Nicolás Maduro. En buena media por su desunión, lo cual no es culpa del chavismo.

Hay quien ve posible un Gobierno de concentración nacional tras las elecciones de 2024; máxime si se hicieran coincidir presidenciales y legislativas, pero un andamiaje político así es difícilmente compatible con la intención del chavismo de perpetuarse en el poder, del mismo modo que hicieron los comunistas en Cuba.

Otros menos ambiciosos en términos democráticos, pero pragmáticos, limitan sus aspiraciones a que el peculiar capitalismo de la Venezuela chavista se parezca más al modelo chino que al ruso.

Sea como sea, parece evidente que algo se mueve en Venezuela. De entrada, de México sale un acuerdo de mínimos entre el Gobierno y la Oposición. Económicamente, se trataría de revitalizar su deteriorada industria del petróleo mediante inversión extranjera, y políticamente, de que el régimen chavista respete al menos la vida de los opositores, muchos de ellos presos y otros exiliados.

"Nuestros objetivos son elecciones presidenciales libres y justas, la atención a la emergencia humanitaria y el regreso de la democracia a Venezuela", dice el líder opositor Juan Guaidó, interlocutor de Washington.

Una Venezuela un poco más normalizada elevaría el deteriorado nivel de vida de su gente y podría dar paso a una revitalización democrática a medio plazo. Puede ser, pero de momento suena a ingeniería política de laboratorio. @J_L_Gomez


PDVSA. / nogtec.com
PDVSA. / nogtec.com

AL ALZA

Chevron

Al hilo de las conversaciones del Gobierno venezolano y su oposición, Chevron obtuvo ya la aprobación de EE UU para ampliar sus operaciones en Venezuela y reanudar el comercio de su petróleo. En las últimas semanas, representantes del chavismo y de los partidos democráticos de Venezuela mantuvieron conversaciones en París bajo los auspicios de los presidentes de Francia, Colombia y Argentina para desbloquear la situación política. Venezuela está en la agenda occidental.

A LA BAJA

La inflación

Cuando menos, hay brotes verdes en la lucha contra la inflación galopante. Un botón de muestra: la tasa de inflación del índice de precios industriales se redujo en octubre hasta el 26,1%, desde el 35,6% del mes anterior, y desde el máximo del 43,6% de mayo-junio. Según Funcas, este descenso se debe en parte a la bajada de los precios energéticos. Ahora bien, el cambio de tendencia tardará su tiempo en trasladarse a los precios de los productos terminados y de los bienes de consumo. @mundiario


Joe Biden, presidente de EE UU. /  @WhiteHouse
Joe Biden, presidente de EE UU. / @WhiteHouse

PROTAGONISTAS

Joe Biden

Presidente de EE UU

La Casa Blanca vuelve a mirar a Venezuela, con el propio Biden implicado en la operación. Como dice el economista y profesor universitario Víctor Álvarez, “flexibilizar sanciones es, en este momento, más urgente para EE UU que para Venezuela”.

Nicolás Maduro

Presidente de Venezuela

Occidente necesita petróleo y Venezuela, aliviar el colapso de sus servicios básicos. La pobreza golpea ya a ocho de cada diez venezolanos, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), un estudio académico publicado este mes.

António Guterres

Secretario general de la ONU

En juego está la descongelación de cuantiosos fondos venezolanos en el exterior, unos 5.000 millones de dólares. Si prosperan los acuerdos de México, una parte podría financiar proyectos del Gobierno chavista y otra, planes de ayuda humanitaria gestionados por Naciones Unidas.

José Manuel Albares

Ministro de Exteriores

España no ha estado en la primera línea de países que allanan el diálogo entre el chavismo y la oposición democrática de Venezuela, pero se ha ofrecido a apoyar esas conversaciones. Tal vez no tarde mucho en volver a tener embajador en Caracas. @mundiario

 

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