La Covid-19 fuerza a EE UU a un segundo debate presidencial de forma virtual

El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, y el presidente de Estados Unidos y candidato republicano a la reelección, Donald Trump / ABC News.
En el caso de Biden, esa segunda cita cara a cara con su antítesis ultraconservadora y ultracapitalista, representada en Trump, supone un instrumento esencial para captar y expandir el voto castigo contra el presidente.
La Covid-19 fuerza a EE UU a un segundo debate presidencial de forma virtual

El contagio del principal líder mundial con un virus que ha desatado la tercera pandemia más devastadora de la humanidad, es motivo suficiente para que ahora la carrera por el control político de la potencia norteamericana se mude al escenario digital.

Y es que el segundo debate electoral entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, programado para el día 15 de octubre en Miami (Florida), será virtual, anunció este jueves la comisión que los organiza.


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Esto implica que el sistema político estadounidense ha decidido acoplarse a las medidas de bioseguridad establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC) con el objetivo de evitar un foco de superpropagación que pueda obstruir o bloquear el proceso logístico de preparación rumbo a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre si el candidato demócrata se contagia con Covid-19 como ya lo hizo el aspirante republicano a la reelección.

El anuncio de la decisión de la Comisión para los Debates Presidenciales fue oficializado hoy después de que tanto el presidente Trump como numerosos funcionarios de la Casa Blanca, aproximadamente 11, hayan dado positivo por COVID-19.

Estratégicamente, este segundo debate en formato virtual podría ser una oportunidad clave para Trump de captar el voto de los indecisos mediante mensajes empáticos que motiven a ese electorado a inclinarse por un presidente que vende las ideas de la vacuna para finales de año y de la recuperación de los empleos como sus dos principales premisas de campaña, aunque todavía no cuenta con la logística suficiente para lograrlo, pues el segundo paquete de rescate a la economía estadounidense se encuentra estancado en el Congreso, mientras que el financiamiento de Washington a las compañías biotecnológicas para hallar la vacuna no ha impedido que el proceso de ensayos clínicos se retrase.

En el caso de Biden, esa segunda cita cara a cara con su antítesis ultraconservadora y ultracapitalista, representada en Trump, supone un instrumento esencial para captar y expandir el voto castigo contra el presidente por su mala gestión de la pandemia y la ambigüedad con la que atendido el problema estructural del racismo sistémico y la violencia policial contra las comunidades negras del país.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó al anunció de la Comisión y afirmó este jueves que no participará en el segundo debate con su rival demócrata, Joe Biden, si este es virtual. Su campaña anunció que programará un mitin del mandatario esa misma noche.

Sin embargo, esto podría generar un revés logístico del proceso electoral que perjudicaría la estabilidad del sistema democrático en el país debido al radicalismo y a los sesgos políticos con los que Trump ha asumido esta carrera electoral por la Presidencia. Si la campaña del republicano no acepta el debate por videoconferencia, entonces se perderá un tiempo valioso de atención y argumentación pública de los problemas que interesan a los estadounidenses con respecto a la búsqueda de soluciones de las fallas estructurales a nivel económico, social y judicial que presenta la nación. 

De ocurrir, un contexto de este tipo le restaría una amplia base de votos a Trump, quien ya pierde frente a Biden en las encuestas más confiables por márgenes de hasta 4% en estados clave como Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Florida, Arizona, Carolina del Norte, California y Nueva York. 

El anuncio de Trump, en declaraciones a la cadena de televisión Fox, tuvo lugar pocos minutos después de que la Comisión para los Debates Presidenciales anunciase que el segundo cara a cara entre ambos, programado para el 15 de octubre en Miami, se celebraría de manera virtual por motivos de seguridad ante la pandemia de Covid-19, que ya llegó e instaló sus focos de contagio en la mismísima Casa Blanca, el lugar más protegido del mundo. 

Las posiciones retóricas absolutamente distorsionadas y antirreglamentarias del presidente Trump en el primer debate, realizado en Cleveland (Ohio), dan cuenta de que el posible ganador de esa contienda fue Joe Biden, lo cual ha posicionado al demócrata en la matriz de opinión pública como un eventual líder más sensato y racional para la administración de Estados Unidos como una potencia con liderazgo reemergente en la escena global sin permitir que China eclipse su poder económico, comercial y geopolítico. @mundiario 

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