Un potente láser consigue desviar un rayo en el cielo para evitar su impacto

Pararrayos láser en Suiza. / TRUMPF/Martin Stollberg
Pararrayos láser en Suiza. / TRUMPF/Martin Stollberg

El experimento promete ayudar a proteger infraestructuras críticas como aeropuertos o centrales eléctricas, para desviar las descargas hacia la atmósfera.

Un potente láser consigue desviar un rayo en el cielo para evitar su impacto

Un potente láser disparado hacia el cielo es capaz de desviar la trayectoria de un rayo. Es la conclusión que demostró un equipo francés de investigadores que ha estado buscando el primer gran avance en casi tres siglos en un método de protección de este fenómeno de la naturaleza. Desde 1752 el principal objeto usado para proteger viviendas e infraestructuras ha sido el pararrayos, pero ahora el disparo de un láser podría ser su sucesor.

Hace casi 271 años el político y científico estadounidense Benjamin Franklin ideó un invento capaz de proteger a los habitantes de las ciudades de las potentes descargas de los rayos, una varilla o mástil de metal conductor de electricidad que es capaz de interceptar los rayos para guiarlos de manera segura al suelo. El también prócer de la independencia de EE UU e intelectual también fue quien comprobó que las nubes están cargadas de electricidad, volando una cometa con un armazón metálico y una llave atada que atrajo las descargas.

Un total de 28 investigadores internacionales participaron en el desarrollo del dispositivo, publicado en la revista Nature Photonics, que es capaz de disparar un millar de pulsos láser ultracortos cada segundo para generar un canal ionizado, denominado como filamento láser, que conduce las descargas de los rayos hasta la atmósfera al trazar una ruta que apunte hacia el cielo para alejarlo de posibles infraestructuras vulnerables.

“Al disparar mil pulsos láser por segundo hacia las nubes, podemos descargar el rayo con seguridad y lograr que el mundo esté un poco más a salvo”, indica Clemens Herkommer, ingeniero de TRUMPF Scientific Lasers, socio del proyecto LLR (Laser Lightning Rod o Pararrayos Laser) y coautor de la investigación.

Un desvío exitoso

El dispositivo, del tamaño de un vehículo familiar grande, se instaló cerca de una torre de telecomunicaciones de 123 metros en la montaña Säntis, en el noreste de Suiza, que cuenta con el beneficio de ser impactada un centenar de veces por los rayos anualmente.

Durante las más de seis horas de operación durante el ensayo científico en medio de una tormenta eléctrica, los autores observaron que el láser desvió el curso de hasta cuatro rayos hacia el cielo.

“Gracias al láser, podemos proyectar la energía a larga distancia con el fin de crear un camino para el rayo y convertirlo en una especie de guía, vaciando el aire con la ayuda de impulsos de láser muy potentes”. añade Aurélien Houard, coordinador del proyecto.

De hecho, las observaciones fueron corroboradas utilizando ondas electromagnéticas de alta frecuencia, e incluso la detección de ráfagas de rayos X en el momento de los impactos ha añadido más certeza al éxito de los guiados de las descargas. @mundiario

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