Vigo recuerda a Paz-Andrade por su promoción como universo pesquero

Paz-Andrade –en el centro– con don José Fernández, a la derecha.
Paz-Andrade –en el centro– con José Fernández, fundador de Pescanova, a la derecha.
Con la Feria Mundial de la Pesca, a partir de 1973, Paz Andrade ilusionó a todas las fuerzas vivas de Vigo en una gran empresa.
Vigo recuerda a Paz-Andrade por su promoción como universo pesquero

La repentina muerte del empresario Alfonso Paz-Andrade nos sobrecogido a todos por inesperada y sobre todo por las circunstancias en que se produce. A lo largo de los años tuvimos una viva relación, cimentada por el afecto con que siempre me distinguió su padre, que era la fuente nutricia de mi especial trato con la familia del autor de  Galicia como tarea, de cuya hospitalidad disfruté con frecuencia en su casa de Samil, que era un templo de galleguidad y amor inteligente a esta tierra, entre algunos incunables de nuestra historia desde la famosa caricatura de Bagaría de Castelao a cuadros de nuestros más notables pintores.

De la peripecia personal de Alfonso Paz-Andrade pocos conocen la causa de su dominio del inglés, y es que, entre otras actividades relacionadas con la mar, de estudiante se ganó la vida en Londres vendiendo pescado, cosa que contaba con especial orgullo, pero vendiendo pescado de verdad, como un pescantín.

Aunque, pensando en seguir en principio la senda de su padre, como abogado, Alfonso se licenció en Derecho, pero desde muy joven se orientó hacia el mundo de la empresa, si bien dentro del contexto de la industria de equipamientos navales. En 1973 puso en marcha la primera gran feria de Pesca de Vigo, la Word Fishing Exhibition, a cuyo comité directivo pertenecía, que fue un acontecimiento de enorme impacto en el lanzamiento de la industria naval de Vigo, especializada en buques de pesca y del sector pesquero en general.

Alfonso Paz-Andrade ilusionó a todas las fuerzas vivas de la ciudad como nunca lo estuvieran antes y convirtió aquel acontecimiento en un escaparate de la Galicia moderna que atrajo a miles de visitantes de todo el mundo, incluidos jefes de Estado, como el general Torrijos, de Panamá y a relevantes personajes del mundo de la industria naval y pesquera. Entre los personajes que vinieron a Vigo entonces destaco la del ministro ruso de pesca, y era la primera vez que desde 1936 pisaba suelo español un miembro de las altas instancias del Kremlin.

Entrevista ministro ruso de Pesca (640x480)

El ministro ruso de pesca Ishokov en Vigo en 1973.

Todavía recordamos que Alfonso Paz-Andrade trajo a Vigo a la Banda de la Guardia Galesa, una de las unidades que hacen los relevos en el Palacio de Buckingham, que interpretó aquí el pasodoble Puenteareas”, que les gustó tanto que desde entonces quedó incorporado al repertorio de la unidad, de modo que los españoles que asisten al relevo de la guardia en aquel lugar se han sorprendido más de una vez al reconocer el célebre pasodoble de Soutullo en música de la parada de los granaderos de altos morriones. Por cierto, que Alfonso Paz-Andrade contraería matrimonio con la hija del director de Welsh Guards Band. el capitán Taylor, Elizabeth, a la que de modo especial manifestamos nuestro efecto y pesar.

Aquella primera Feria Mundial de la Pesca

A aquella primera edición de septiembre de 1973, para la que hubo que improvisar un recinto en Bouzas siguieron otras más a partir de 1985, ya de modo consolidado con cierta regularidad. Alfonso Paz-Andrade tomó el relevo de su padre en Pescanova y sufrió los avatares del desarrollo y caída de la antigua empresa, en lo que fue un triste episodio.  Fui testigo del afecto con que especialmente lo distinguía don José Fernández, por su inteligencia y capacidad que lamentablemente otros no mostraron.

Alfonso Paz-Andrade fue fiel guardador de la memoria de su padre y heredó el afecto y la amistad de quienes lo fueron y fuimos de don Valentín. Pocas personas como él se empañaron en proyectar en el mundo a Galicia y a Vigo en especial como el gran centro pesquero de Europa, y las publicaciones y los encuentros que se desarrollaron alrededor de las ferias mundiales de la pesca fueron exponente de su inteligente capacidad para lanzar la imagen y las posibilidades de su industria.

Los recuerdos se agolpan ahora en la urgencia de estas líneas con las que lamentamos la muerte de un amigo. Y más que nunca lo despedimos con el viejo adagio romano con que los galaicos romanos decimos adiós: Sit tibi terra levis. @mundiario

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