Salud mental: ¿en qué grado nos ha afectado la covid-19?

La COVID-19 y el consumo de psicofármacos
Covid. / Pixabay.

El incremento en el consumo de los psicofármacos, durante la pandemia, nos muestra que la salud mental de muchos ciudadanos ha sido dañada.

Salud mental: ¿en qué grado nos ha afectado la covid-19?

Es indudable que la pandemia de la COVID-19 nos ha afectado en la salud mental, y así lo refleja el incremento en las ventas de algunos medicamentos. Para analizar este efecto colateral, en principio, debemos considerar que esta pandemia y los diferentes procesos de aislamiento o distanciamiento social son inéditos o no han sido algo habitual en los últimos 100 años; a la vez, han modificado nuestras rutinas y nos han provocado miedo al contagio, así como también han generado un clima de incertidumbre —por las consecuencias laborales y económicas—. Ante el temor, por un futuro incierto, se ha producido un aumento en el consumo de medicamentos, especialmente de aquellos destinados a controlar la ansiedad y a conciliar el sueño.

Según  datos del Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA (Confederación Farmacéutica Argentina), se advirtió un incremento en el consumo de psicofármacos; es decir, que todos los subgrupos —estoy refiriéndome a los antiepilépticos, tranquilizantes, antidepresivos, anti-psicóticos e hipnóticos y sedantes— durante el periodo 2019 y 2020,  evidenciaron aumentos que oscilaron entre el 3.75% y el 9,18%, siendo los  hipnóticos y los sedantes los de mayor porcentaje de incremento —entre los que se encuentran los inductores del sueño o los análogos de las benzodiazepinas—.

En este contexto, el aumento de los antiepilépticos —que fue del 5.78%— se le atribuye a expensas del clonazepam; este fármaco es la única benzodiazepina incluida en este grupo y es utilizada como un coadyuvante en las crisis convulsivas, aunque es muy prescripta como tranquilizante o inductor del descanso.

El grupo de los tranquilizantes y el de los antidepresivos, presentan un aumento que oscila entre el 3,75% y el 5,0% respectivamente —sabemos que el miedo y la incertidumbre se acentúan en situaciones atípicas—.

Datos de la COFA: Los psicofármacos más dispensados del mercado ético fueron:

Los psicofármacos más consumidos —según el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA

El  clonazepam es el más dispensado con alrededor de 10.6 millones de unidades y el alprazolam alcanza los 6.8 millones de unidades. / Mundiario

En este punto, subrayo dos datos:

> Zolpidem y lorazepam, son los dos productos que evidenciaron mayor porcentaje de aumento en sus dispensas durante el año 2020 (6,32% y 6,41% respectivamente).

> En Argentina, en el año 2020, se registró una inflación acumulada de 36,1%; sin embargo el precio promedio ponderado (PPP), de todos los subgrupos farmacológicos de los psicotrópicos, superó al porcentaje de la inflación.


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Los grupos de psicofármacos más consumidos —según el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA—

Los grupos de psicofármacos utilizados en 2019 y 2020. / Observatorio de Salud de la COFA.

Finalmente, en el año 2020, el incremento del consumo promedio del grupo de los psicofármacos fue del 5,69%. Ahora, si lo comparamos con el primer semestre de 2021, y a pesar de mantenerse en alza, ese consumo decayó en el orden del 1.18% —el consumo de psicofármacos en el año 2021 aumentó un 4,51%—. Además, el consumo de estos medicamentos crecieron 4 veces más que el de los medicamentos en general.

Dispensa de psicofármacos

Dispensa de psicofármacos. / Mundiario 

Si tuviéramos que definir los motivos del aumento en el consumo de psicofármacos, sin lugar a dudas, que en su mayor parte se lo atribuiría a los trastornos en la salud mental que trajo aparejado la COVID-19 —y hago referencia al insomnio o a los problemas del sueño y a la ansiedad producto de los drásticos cambios en los hábitos, rutinas y horarios; aunque no debemos olvidar la tendencia del humano a la automedicación, a querer resolver todo con una pastilla—.

Como para finalizar, me gustaría agregar que un descanso nocturno sólido fortalece las defensas de nuestro cuerpo, aumenta la función cerebral y mejora el estado de ánimo. @mundiario

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