La Reina Letizia se planta en la cabeza la joya más valiosa de la Familia Real
Doña Letizia ha usado por primera vez la Tiara de Lis, emblema heráldico de los Borbones, que doña Sofía reservaba para las grandes ocasiones solemnes. ¿Era esta la ocasión adecuada para usarla?
La visita del presidente de la Argentina y la Primera Dama a España está protagonizando momentos de gran altura real y simbólicos. Don Felipe y Doña Letizia presideron el acto de recibimiento oficial celebrado en el Palacio Real de Madrid el miércoles 22 de febrero. Durante la ceremonia, se interpretaron los himnos Nacionales de Argentina y España bajo salvas de 21 cañonazos y Su Majestad el Rey y el Presidente Macri pasaron revista al batallón de la Guardia Real que rendía honores. Tras el saludo de las respectivas delegaciones, el desfile de la Guardia Real puso fin al acto.
Posteriormente, Sus Majestades los Reyes ofrecieron un almuerzo al Presidente Macri y su esposa en el Palacio de La Zarzuela. Con anterioridad, ambos Jefes de Estado mantuvieron un encuentro.
Por la noche, Don Felipe y Doña Letizia ofrecieron en el Palacio Real de Madrid una cena de gala en honor de Sus Excelencias el Presidente de la República Argentina y su esposa.
Sus Majestades los Reyes junto a Sus Excelencias el Presidente Macri y sus esposa Juliana Awada. / Casa Real
Las cenas de gala son habituales cuando los Reyes reciben a un mandatario extranjero y su esposa o marido, y la Reina Letizia suele usar una tiara para adornar su cabeza, pero en esta ocasión la tiara tenía un significado muy especial. Se trata de la Tiara de Lis, emblema heráldico de los Borbones, que doña Sofía reservaba para las grandes ocasiones solemnes -la primera vez que la lució la reina Sofía fue en una cena con Isabel II-. Esta es la primera vez que la reina Letizia se pone esta joya, creada en 1906 por la firma española Ansorena, en platino y brillantes con charnelas que representan la flor de lis heráldica de los Borbones, unidas por motivos vegetales de diamantes. Esta tiara fue un regalo de Alfonso XIII a su prometida, la princesa Victoria Eugenia de Battemberg, quien la luciría el día de su boda, el 31 de mayo de 1906.
Tiara de Lis. / Pinterest
Doña Letizia llevaba también dos pulseras gemelas de brillantes que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia y que doña Sofía había elegido para un retrato oficial en el año 2007. Proceden de una corona, obra de Cartier, que Alfonso XIII también regaló a su prometida.
Completaba las joyas denominadas “de pasar” (porque pasan de reina en reina) con un broche con la forma de flor de lis, que forma parte de la tiara Princesa que le regaló el rey Felipe VI y que llevaba colocado sobre la banda del collar de la Orden de Carlos III.
La Reina de España, Doña Letizia.
La observadora mirada de Vanitatis ha mostrado algo que al resto se nos había pasado por alto: un desajuste en el centro de la tiara de Lis. ¿Esta rota? Desde el medio, quienes se pusieron en contacto con Ansorena, casa que creó la joya a petición de Alfonso XIII, aseguran que la corona está perfectamente puesta y que no presenta ningún fallo. Aclaran que se trata de una de las piezas del joyero real articuladas y que por lo tanto puede lucirse abierta o cerrada. Pero a pesar de esta explicación, esta claro que la tiara no está bien colocada y en distancias cortas se ve claramente que rota, abierta o como quieran calificarlo.
Doña Letizia con la tiara "abierta".
La Reina Letizia, para dejar que las joyas lucieran en todo su esplendor, acertó eligiendo un vestido completamente negro de terciopelo, largo hasta el suelo, de manga larga y cuello redondo cerrado. Más sobrio imposible. Y también fue un acierto el calzado, unos zapatos de tacón alto estilo peep toe.
Sus Majestades los Reyes y Sus Excelencias el Presidente Macri y su esposa Juliana Awada en el Salón del Trono del Palacio Real. / Casa Real
El contraste absoluto fue Juliana Awada, Primera Dama argentina. Si ambas mujeres coincidieron en el look elegido para el acto de recibimiento oficial, en la cena de gala, Awada enseñó brazos y escote, justo lo contrario que Doña Letizia, más figura de cera que nunca pero a la vez, cumpliendo con su papel de reina en cuanto al look se refiere.
Juliana Awada elegió un vestido del argentino Gabriel Lage con escote en V y una gran falda acampanada de tul, hasta el suelo, en tonos rosas. El diseño estaba bordado artesanalmente con cristales de Swarovski. Pendientes largos, una pulsera de brillantes y un clouth a juego de la misma tela del vestido.
Juliana Awada. / Casa Real
El diseñador Gabriel Lage ya ha sido la elección de Awada en otras ocasiones y el propio Lage cuenta en La Nación cómo se diseño el vestido: “Todo está hecho a mano. Tiene una base de género comprada, es un tul labrado. Luego, encima de ese género comprado, mandamos a hacer un hilo de seda. Esto se hace así: realizamos un dibujo con el diseño que uno quiere, en este caso hojas y búlgaros y algunas flores grandes. El hilo de seda se hace exclusivamente para el vestido, se pega sobre la base. Entonces el género es exclusivamente creado para ella. El color también está teñido a su gusto. La tela original es blanca con hilos plata. Al principio ella estaba entre los platinos pero se decidió por este tono que queda fantástico en Juliana”.
El diseñador argentino también opinó sobre la elección de la Reina Letizia: "me pareció fantástico que eligiera un vestido negro absolutamente clásico, muy acorde a su estilo, y que estuvieran tan distintas".
Desde la prensa argentina califican esta cena como un duelo de estilos en el que dan claramente ganadora a Juliana Awada. ¿Y ustedes?
