El feminismo como arma para pelear contra otras mujeres

Cuando una mujer famosa discute contra otra mujer famosa, es seguro que venderá. Así lo señalan las grandes páginas de estadísticas que se encargan de señalar qué es lo que más ven las personas dentro de los buscadores de Internet. Entre tantos, se encuentra el eficiente Google Analytics, que detalla la capacidad que alcanzan las celebridades femeninas cuando se pelean con otras mujeres.

No hay que irse muy lejos. Todos recordarán la pelea entre Kanye West y Taylor Swift. Cuando todo el mundo creyó que ya había terminado, aparece el rapero con una canción en la que llama zorra a Swift y asegura que pudieron haberse acostado. Luego de esto, la aludida no dudó en salir a defenderse, a lo que West respondió que ella sabía sobre la canción y que incluso la había aprobado. Para agregarle leña al fuego, aparece Kim Kardashian, la esposa del rapero que muestra un vídeo en donde Swift y West están hablando y al parecer, ella si aprueba la canción.

Taylor lanza una declaración en donde específica que el rapero nunca expresó cuáles serían las palabras que usaría y criticó duramente a Kim por estar grabando conversaciones privadas, y así inició nuevamente la guerra. Pero más allá de si Taylor aprobó o no la canción, lo cierto es que las palabras que usa Kanye son un insulto para Swift y cualquier mujer del mundo. Tanto la cantante, como la Kardashian son mujeres de éxito que cayeron en lo más ruin, insultarse y dejar que hablaran de la otra.

Pero mientras ocurría todo el escándalo de lo anterior, las redes e Internet en general, enloquecía con todo el asunto. Las estadísticas se dispararon cuando inició la “pelea de gatas” entre Taylor y Kim. ¿La razón?, cuando una mujer pelea con otra, se convierte en un asunto divertido y por lo tanto, en un entretenimiento.

Todo el asunto termina convirtiéndose en algo trivial y hasta sexualizado que resalta las diferencias entre las dos involucradas. Esto no sucede cuando dos hombres pelean, al contrario, cuando pasa las personas sienten miedo, distancia y respeto por la situación.

Ahora, con el auge del feminismo y el alcance que tienen las mujeres de éxito, todo el asunto se ha salido de las manos. Un ejemplo de ello, es ir hasta el 2015 y ver la pelea que tuvieron Taylor Swift y Nicki Minaj, en donde la segunda se molestó por no lograr una nominación en los premios Mtv de ese año y expresó que si ella fuera blanca y delgada tal vez la hubieran tomado en cuenta, eso sí, nunca mencionó nombres. Por su parte, Swift se sintió ofendida y criticó a Minaj diciendo que tal vez, fue algún hombre el que le robó la nominación. A estas alturas, Katy Perry, también se involucró para que todo terminara con la rapera argumentando que lo decía en sentido generalizado y nunca se dirigió a ella, así que le exigía respeto.

Pero lo anterior, es una muestra más de una mujer queriendo usar el feminismo para atacar a otra mujer y hacerle quedar mal. La corriente feminista se ha terminado convirtiendo en una moda que goza de frivolidad y ligereza, lo peor del asunto, es que cuando lo usan las estrellas, miles de jóvenes mujeres lo ven y siguen el mismo ejemplo.