El estío nos conduce suavemente al lugar en el que residen nuestros sueños

El fiscal Luis Anguita Juega nos trae una semblanza de la localidad costera que ha inspirado la mayoría de sus novelas, el lugar donde residen sus sueños: Mera, en Oleiros (A Coruña).

Existen lugares escondidos por un mar que baña sus aguas, una bahía que te protege de la inclemencia y el peligro del temporal, unas playas de aguas cristalinas, muy frías para el que no siente la belleza de ese lugar. Allí durante siglos ha existido una pequeña aldea de pescadores y agricultores.

Sus gentes han vivido en generaciones en ese pequeño mundo, sintiendo el orgullo de ser de allí, cultivando la tierra rodeados de los árboles que envuelven al pueblo, yendo a pescar a sus aguas, e internándose en otros mares, dejando el amparo y la protección de la bahía.

Han vivido felices, a pesar, en muchas ocasiones, de su humildad, y sólo con los productos de la tierra y del mar. Ha sido por la solidaridad entre ellos, por su orgullo de ser de Mera, que saben que los hace especiales.

La magia que hay en este lugar, que hace que el que un día llega, aunque sea por casualidad, sienta esa sensación especial, y cuando se marcha recuerde este pueblo, y ya esté deseando regresar de nuevo a él.

La fuerza que dan los habitantes de este lugar, su alegría, su orgullo de sentirte de allí y que hagan para el visitante, que también sea parte de su corazón.

Y quién sabe, si lo descubrís, quizás un día se convierta en vuestro lugar.

Allí un día surgió “Mi lugar Mi pequeño sueño”, que me llevó a “Siempre habrá un lugar para soñar” y a “Donde está tu destino”, de Ediciones Carena, tres libros donde Mera (Mare) es protagonista, porque todos tenemos derecho a soñar e intentar ser felices.