Un dibujo por navidad se convierte en un grito a la conciencia del mundo
Con esta obra de carácter metafórico, el artista belga O Sekoer ha estremecido las redes sociales una vez más, con la fuerza del diseño gráfico.
La imagen de dos manos es universal. Las manos ensangrentadas son muy dramáticas, y debido a esto, ¿son las manos de una víctima o las manos del asesino? Tal vez las manos del mundo, las manos de los políticos, las manos de la historia o las manos del futuro…
Así de impactante y poético es el último gráfico hecho por computadora, del belga O-Sekoer, seudónimo de Luc Descheemaeker (Kuume, 1955) ( http://o-sekoer.blogspot.com.es/) que una vez más nos invita a ejercitar la mente, y nos demuestra su talento creativo y crítico en este mundo convulso donde vivimos.
Los comentarios en su página de Facebook no se han hecho esperar. Estos son algunos de ellos:
“Me gusta la forma en que haces pensar a la gente”.
“Ya has golpeado un montón de clavos, pero esto golpea todo. Tenemos sangre en nuestras manos, y eso no solo cuenta para los grandes políticos”.
“Tu obra de arte es sobresaliente y refleja claramente tu talento y afecto por la humanidad”.
“Junto a tu diseño de Trump en el bigote de Hitler, esta es otra obra tuya que pertenece a las páginas de oro del diseño gráfico”.
Luc fue profesor de arte en el Instituto Saint Joseph, en la ciudad belga de Torhout, de 1975 al 2016, y actualmente está jubilado. En esa etapa docente creó un grupo teatral de marionetas, vinculado a sus estudiantes de 16 y 17 años, y escribió diversas obras de ese género.
O-Sekoer realiza caricaturas y hace fotos humorísticas, con un elevado sentido artístico. Su obra, sensible y elegante, es universal y con valores éticos, donde destacan las injusticias y desigualdades sociales que imperan en el planeta, las emociones contradictorias del ser humano, y la crítica social. En sus dibujos, sin necesidad de texto, el humor y la sátira saltan a primera vista. Ha recibido más de 200 reconocimientos internacionales entre premios y menciones, en países tan dispares como Japón, Bélgica, Colombia, Argentina, España, Italia, Bulgaria, Cuba, Turquía, India, Irán, Brasil, Portugal, Rumanía, Corea del Sur, entre otros.
A Luc tuve oportunidad de conocerlo en 1997 en el pueblo gallego de Fene, provincia de A Coruña, cuando obtuvo el Premio Curuxa, correspondiente a fotografía, en las XII Jornadas de Humor, que organizaba el Museo del Humor, y dirigía Xaquín Marín. Han pasado ya veinte años y en ese tiempo Luc, además de enseñar y dibujar, empleó parte de su vida en participar en las actividades de la ONG belga Fundación Damien, en Bangladesh, en la construcción de un hospital para leprosos y enfermos de tuberculosis.
En el 2016 y en el 2017, una obra suya que ratifica nuevamente su ingenio y mirada caústica fue seleccionada y premiada en numerosos festivales de humor gráfico, aparecía en múltiples medios y era la portada del libro “Trump, un muro de caricaturas”, una selección de dibujos realizada por el mexicano Arturo Kemchs, sobre el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
El dibujo en cuestión muestra a Trump convertido en el bigote de Hitler, y obtuvo el premio Davidsfonds en el 52 ° Festival Internacional de Caricaturas, de Knokke-Heist, Bélgica, este año.
Trump, Hitler / O Sekoer, Bélgica.
El jurado del evento hizo la siguiente declaración en su informe: "Una caricatura es como un flash. De un vistazo entiendes lo que dice, lo que quiere decir el dibujante. El cabello de Hitler es icónico. De repente ves que el bigote tiene el perfil de Donald Trump. Inmediatamente sabes lo que el dibujo quiere expresar, en tres áreas negras. Según el dibujante, varios rasgos de personalidad de Hitler coinciden con los de Trump ".
“¡Un dibujante es el bromista en el castillo! Con caricaturas puedes hacer una declaración al mundo. Lograr una imagen con una gran historia es la mejor manera de comunicarse con cada cultura. El humor mejora a la humanidad. El humor es un lenguaje universal” – dice Luc. @mundiario