Un colapso en la capa de ozono provocó una extinción masiva hace 360 millones de años

Representación del calentamiento global. / Mundiario
Representación del calentamiento global. / Freepik.
Un estudio firmado por la Universidad de Southampton, en Reino Unido, asegura que el fenómeno terminó con gran parte de la vida vegetal y acuática de la Tierra.
Un colapso en la capa de ozono provocó una extinción masiva hace 360 millones de años

En los últimos 500 millones de años, el planeta Tierra ha vivido al menos cinco episodios de extinción masiva relacionados con posibles diversos factores: periodo glaciar intenso, agotamiento del oxígeno en los océanos, impacto de asteroide o erupciones volcánicas a escala continental. 

Sin embargo, un estudio firmado por un grupo de investigadores de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, ha puesto sobre la mesa otra posibilidad: el calentamiento global. 

De acuerdo con la investigación publicada en la revista Science Advances, el aumento de la temperatura media del sistema climático terminó con gran parte de la vida vegetal y acuática de la Tierra hace 360 millones de años. 


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El análisis expone que el calor desencadenó un proceso que terminó provocando un escenario devastador: el colapso de la capa de ozono -que protege el planeta de la radiación ultravioleta (UV)- y, por ende, una exposición a niveles letales de radiación.

En ese sentido, los autores han explicado que este mecanismo de extinción hasta ahora era desconocido ya que, para entonces, los científicos solo contaban con una pista relacionada al evento: una capa de hielo que se derretía en esa época. 

“Todo esto ocurrió en un momento muy cálido de la historia del planeta, cuando los glaciares se derritieron; es una advertencia que nos llega desde el Tiempo Profundo", ha dicho el investigador principal de la Escuela de Ciencias Oceánicas y de la Tierra de la Universidad de Southampton, John Marshall. 

Para llegar a esta conclusión, el equipo de la Universidad de Southampton utilizó las muestras de rocas que fueron recolectadas durante expediciones a regiones polares montañosas, como el este de Groenlandia o los alrededores del lago Titicaca, en Bolivia; para el final del período geológico del Devónico (cuando los únicos continentes era Laurasia (norte) y Gondwana (sur)). 

Dichas rocas fueron disueltas en ácido fluorhídrico, liberando esporas de plantas microscópicas que se habían conservado durante cientos de millones de años.

Los resultados fueron sorprendentes: las esporas tenían espinas extrañamente formadas en su superficie, un hecho que definitivamente responde a la radiación UV que daña su ADN. 

"Nuestra capa de ozono está naturalmente en un estado de flujo, que se crea y pierde constantemente, y hemos demostrado que esto también sucedió en el pasado, sin un catalizador como una erupción volcánica a escala continental”, añade.

 

Esporas normales _ Esporas con deformaciones por las radiaciones. https___www.southampton.ac.uk_

Esporas normales | Esporas con deformaciones por la radiación. / southampton.ac.uk

Por último, los autores del estudio sugieren que este fenómeno de extinción masiva tiene importante implicaciones para la situación extrema actual que vive la Tierra.

"Sabemos por mediciones modernas que las altas temperaturas de verano empujan hacia la atmósfera superior químicos naturales que dañan el ozono. Y las estimaciones actuales sugieren que podemos alcanzar temperaturas globales similares a las de hace 360 millones de años", advierte Marshall. "Eso significa la posibilidad de que vuelva a producirse un colapso similar de la capa de ozono, exponiendo la vida marina superficial y poco profunda a una radiación mortal", concluye. @mundiario

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