Biden: “Todos los estadounidenses podrán estar vacunados en julio”
No hay tiempo que perder. La inmunización de una de las poblaciones más grandes del mundo, y de hecho, es un país que abarca el 4% de la población mundial, por lo cual el líder de la mayor potencia global apuesta por generar esa tan ansiada inmunidad de rebaño que permita el restablecimiento de la normalidad en el sistema de vida de esa nación, aunque los problemas estructurales que la sacuden persistirán probablemente durante el resto de su mandato.
Y es que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que, para finales del mes de julio, “todos los estadounidenses que lo deseen podrán estar vacunados” contra la covid-19, como ya se proyectó hace una semana. Su objetivo es que el plan de vacunación se acelere en un 40% con respecto al nivel actual, pues las dosis no están llegando de forma proporcional a los estados de acuerdo a sus poblaciones y su número de contagios y muertes por coronavirus. Para entonces, ha dicho el mandatario demócrata, “habrá 600 millones de dosis disponibles de las distintas vacunas”.
Es una perspectiva arriesgada pero visionaria de Biden, quien apunta a crear una senda de inmunización basada en la protección de los grupos de riesgo para que la amplia movilidad social y urbana de la población económicamente activa no derive en nuevos focos de contagio con mayores índices de mortalidad, y mucho menos en momentos en los que Estados Unidos se recupera paulatinamente de la recesión del -35% que lo sacudió en 2020, la peor desde la Gran Depresión de 1929.
En una charla con ciudadanos en la ciudad de Milwaukee (Wisconsin), organizada por la cadena CNN, que ha sido el primer viaje oficial de Biden fuera de Washington desde que llegó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el presidente ha tratado numerosos temas sobre la lucha contra la pandemia. Por lo tanto, con base en lo que sus asesores le han comunicado, Biden cree que debe mantenerse la vida nacional con la bioseguridad como principal patrón social, reglamentado por las leyes federales, pues solo así se podrá contener los focos agresivos de contagio mientras el resto de la población recibe la vacuna.
Quizás también te interesa:
La OMS anuncia que los contagios por la Covid-19 se redujeron a la mitad
Sin embargo, no ha querido realizar una predicción de cuándo volverá Estados Unidos a la normalidad plena, pero sí ha dicho que cree que “para las próximas navidades, las circunstancias serán muy diferentes”. Y aunque Washington no tiene garantizado el suministro fluido de las vacunas de AstraZeneca para contar con un repertorio más amplio, sí ejecuta en este momento todos los esfuerzos diplomáticos posibles para coordinar con esa compañía y a través de la mediación de Londres una entrega considerable de dosis como complemento a la oferta de Pfizer y Moderna, que son los principales inmunizadores del país por ser, evidentemente, dos farmacéuticas con sede en EE UU. “Creo que de aquí a un año, habrá significativamente menos gente que tendrá que mantener la distancia social o llevar mascarilla”, ha explicado Biden.
Sin duda, la mayor potencia mundial se enfrenta a una etapa clave de la lucha contra la pandemia, pues lo que haga EE UU en su proceso de vacunación a partir de ahora influirá en la distribución global de sus vacunas y en el patrón logístico de inmunización en el resto del mundo, o al menos en Occidente. @mundiario
