El Parlamento de Portugal despenaliza la eutanasia a pesar del veto del presidente Rebelo de Sousa
Han pasado casi seis años desde que se debatió por primera vez y han sido necesarias varias versiones para superar los cuatro intentos de Rebelo de Sousa de tumbar la propuesta.
El Parlamento de Portugal ha aprobado este viernes la despenalización de la eutanasia tras años de debates y pese al veto del presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, que intentó frenarla en cuatro ocasiones.
La norma se votó esta mañana por cuarta vez y salió adelante con 129 votos a favor, 81 en contra y una abstención. Por supuesto, recibió luz verde gracias a su mayoría habitual (Partido Socialista, Iniciativa Liberal, Bloco de Esquerda, siete diputados del centro derecha, Livre y PAN). En contra se pronunciaron la mayoría de los diputados del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), el ultraderechista Chega, el Partido Comunista Portugués (PCP) y cuatro parlamentarios socialistas.
Ahora bien, ¿qué pasa con el veto presidencial? El rechazo de Marcelo Rebelo de Sousa no impide nada, pues según explicó a EFE la diputada socialista Isabel Moreira, la Constitución establece que, pese al veto presidencial, con una mayoría superior a 116 diputados sale adelante. El mandatario portugués, conservador y católico practicante, tiene ahora un plazo de ocho días para promulgar la norma.
“Llegó el momento de que se respete la mayoría de la Asamblea”, señaló Moreira, mientras que el liberal João Cotrim de Figueiredo aseguró que esto “no es una afrenta al presidente de la República, ya que siempre se han tenido en cuenta sus pareceres con respeto”.
Despenalización de la eutanasia
Han pasado casi seis años desde que la Cámara debatió por primera vez el tema y han sido necesarias varias versiones de la ley para superar los cuatro intentos de Rebelo de Sousa de tumbar la propuesta: dos vetos políticos y dos por cuestiones legales en el Tribunal Constitucional. Sin embargo, en declaraciones anteriores, el presidente portugués anunció que acataría el mandato constitucional y promulgaría la norma de la eutanasia, la cual cuenta con el apoyo de la sociedad civil. De hecho, un sondeo realizado en febrero por Aximage para varios medios lusos reveló que en la calle, el 61% de los portugueses apoya la despenalización de la eutanasia, una cifra que crece hasta el 70% en el colectivo de entre 18 y 35 años.
El texto aprobado define la muerte médicamente asistida como la que “ocurre por decisión propia”, aplicable en mayores de edad que demuestren un “sufrimiento de gran intensidad, con lesión definitiva de gravedad extrema o enfermedad grave incurable” y cuando es “practicada o ayudada por un profesional de la salud”.
Da prioridad al suicidio asistido y podrá aplicarse en casos de enfermos incapaces físicamente de hacerlos por sí mismos. Eso sí, el procedimiento se limita a portugueses o con residencia en el país. @mundiario
