Un argentino asesinado en Brasil tras ser acusado de estar allí robando el trabajo a los brasileños

Marcelo Gabriel Rey y Gaston Carniel, propietario del Bar do Peter II. / Facebook Gaston Carniel
Marcelo Gabriel Rey (i) y Gaston Carniel (d), propietario del Bar do Peter II. / Facebook Gaston Carniel

Marcelo Gabriel Rey de 38 años y natural de Lanús, Argentina, vivía desde hace tres años en Morro de São Paulo, una isla turística de Brasil. Su agresor, brasileño, lo golpeó hasta matarlo.

Un argentino asesinado en Brasil tras ser acusado de estar allí robando el trabajo a los brasileños

Morro de São Paulo está situado en el extremo norte de la isla de Tinharé, isla que incluye, junto con Boipeba y Cairú, otras 23 islas pequeñas en el Archipiélago de Tinharé, Brasil. El archipiélago tiene un total de 11.410 habitantes. Básicamente los poblados dependen de actividades relacionadas con el mar, principalmente la pesca, y recientemente el turismo. La población es una mezcla de negros y europeos, principalmente portugueses, y además de holandeses e índios. En numerosas guías turísticas se describe a sus pobladores como gente generalmente muy tranquila y amistosa, humilde y bastante predispuesta a recibir a los visitantes.

Esta descripción se ha visto empañada recientemente por el asesino de Marcelo Gabriel Rey, un argentino de 38 años que lleva 3 viviendo en la isla. Trabajaba en el Bar do Peter II en Cairú y todo sucedió la noche en la que Rey descansaba en el local, el lunes 31 de octubre.

Aprovechando la noche libre, Marcelo Gabriel Rey, conocido entre sus amigos como ‘Marcelo Conejito’, alternó en el bar Pedra sobre Pedra donde se topó con su agresor al que se ha identificado como Enrique. Su foto y la de su mujer ha sido publicada en el perfil de Facebook del Bar do Peter II donde trabajaba Marcelo Gabriel, y desde donde también solicitan dinero para mandar el cuerpo de ‘Marcelo Conejito’ a Argentina.

Lo que se sabe por el momento es que Enrique, el hombre brasileño que ha sido identificado por los testigos como el autor del asesinato, acusó a Marcelo de ir a Morro de San Pablo a quitarle el trabajo a los locales, lo que ocasionó una fuerte discusión y después una pelea. En la refriega, Enrique pegó una patada a Marcelo que lo hizo caer al suelo con la mala fortuna que se golpeó en la nuca y murió en el acto. Algunos testigos afirman que Enrique continuó propinando patadas al ya fallecido Marcelo y después se dio a la fuga.

Gastón, amigo del asesinado y dueño del Bar do Peter II, ha declarado que "lo fuimos a buscar a la casa, porque acá nos conocemos todos, es muy chiquito el pueblo, pero ya no estaba".

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