Se acaba el año, señores políticos, y nosotros no estamos para fiestas

Pobreza
Cartel sobre la pobreza.

En efecto, no estamos para muchas fiestas. Es posible que ustedes, entre copa y copa de cava, sean capaces de eructar satisfechos por la gestión política realizada.

Se acaba el año, señores políticos, y nosotros no estamos para fiestas

Se acaba el año, señores políticos, y nosotros no estamos para fiestas. Es posible que ustedes, entre copa y copa de cava, sean capaces de digerir la cena y eructar satisfechos por la gestión política realizada. Les imaginamos al calor de sus chimeneas o de su calefacción centralizada, regodeándose con los suyos por sus acertadas decisiones. Ninguna de sus señorías, probablemente, haya ido a buscar el menú de Navidad a Cáritas, ni se haya planteado apagar la calefacción por aquello de no gastar más luz.

Ustedes viven en Marte, donde los deshaucios no existen y donde no tendrán que pasar la humillación de mendigar un regalo a los Reyes Magos para sus hijos. Nosotros, repito, no estamos para fiestas. Más que nada porque muchas familias tendrán que simular el drama del paro, igual que Roberto Benigni en La vida es bella,  por aquello de no preocupar a los niños. Y es que ustedes, en Marte, no saben lo que es querer tapar un socavón con una cucharita de café. Así que, señores políticos, no estamos para fiestas.

Después de haber tragado durante todo el año docenas de casos de corrupción y abusos de poder; después de soportar inexplicables e innumerables recortes en Educación y Sanidad; después de comulgar con la derogación de la doctrina Parot; después de imponernos una ley del aborto retrógrada o amordazarnos para que no ejerzamos nuestro derecho a protestar a la puertas del Congreso, ¿acaso creen que estamos para tirar confeti? Eso ustedes, que viven en Marte donde, por cierto, aseguran que la justicia es para todos y donde la vergüenza es un camelo. Nosotros, a ver si se enteran, no estamos para fiestas.

Comentarios