Sujetadores y faldas de colegiala en la campaña electoral del PP de Ourense

Imagen de una campaña del PP en Ourense.
Imagen de una campaña del PP de Ourense.

Esta imagen del programa electoral  del PP lo único que consigue es "destapar" el sexismo de los populares, según la opinión personal de esta autora de MUNDIARIO.

Sujetadores y faldas de colegiala en la campaña electoral del PP de Ourense

Esta imagen del programa electoral  del PP lo único que consigue es "destapar" el sexismo de los populares, según la opinión personal de esta autora de MUNDIARIO.

El apartado Ourense xove del programa electoral del candidato del PP a la alcaldía de la ciudad, Jesús Vázquez, está ilustrado con un grupo de jóvenes haciendo cola. Esa imagen, si no fuera porque la mayoría de las mujeres aparecen envueltas en toallas, en sujetador, o falda de colegiala, bien podría ser la de los aeropuertos gallegos a los que cientos de jóvenes ourensanos se dirigen en busca de un futuro mejor; la de los servicios de empleo, en una provincia en la que más del 40% de los menores de 35 no tienen trabajo, o la de los que se agolpan a la espera de una beca que les permita continuar con sus estudios.

No se trata, por lo tanto, de una autocrítica a las políticas del PP, sino que lo único que consigue es "destapar" el sexismo que las caracteriza. Así lo muestran todos los día situándonos a las mujeres en un segundo plano en todos los ámbitos de la sociedad; pretendiendo arrebatarnos nuestro derecho a decidir modificando la ley del aborto, y calificándonos como "medias mujeres" cuando no tenemos hijos; triturando la ley de dependencia abandonando a su suerte a las cuidadoras, o mostrando una falta de responsabilidad y de pasotismo alarmante ante el aumento dramático de los casos de violencia machista entre las más jóvenes.

Ante las críticas, desde las filas populares afirman no querer entrar en polémicas, ya que la suya es una "campaña en positivo", lo cual no puede ser más contradictorio, pues la de la desigualdad, y la del empleo de imágenes que refuerzan estereotipos machistas, resulta de lo más negativa posible. Así, pues, se echa de menos por ejemplo mujeres ataviadas con bata, no señores del PP, no de bata de casa y rulos, de bata de laboratorio, representando a las que se dedican a la investigación, o con ropa deportiva homenajeando los éxitos de muchas en competiciones de alto nivel, o con la vestimenta característica de ejecutivas, abogadas... porque aunque no lo crean, es posible representarnos sin convertir un programa electoral en un catálogo de ropa interior femenina, o de tienda erótica.

Rectifiquen, pidan disculpas a la juventud ourensana, y abandonen el terreno de la denigración sexista, ya que traspasar los límites éticos tanto por parte de quien participa en el diseño y ejecución de las campañas y estrategias de comunicación, como por los candidatos y candidatas que concurren a las elecciones, no solamente supone una falta de respeto, sino también de responsabilidad.

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