Una alternativa a las restricciones que impone el sistema bipartidista de los Estados Unidos

Partido Demócrata y Partido Republicano. / shutterstock.com
Partido Demócrata y Partido Republicano. / shutterstock.com

Los republicanos y demócratas dominan la política en los Estados Unidos, aunque eso no significa que ambos sean la única opción para los votantes de ese país. 

Una alternativa a las restricciones que impone el sistema bipartidista de los Estados Unidos

Estados Unidos se ha dividido históricamente entre dos partidos principales: el Partido Republicano y el Partido Demócrata. Aún así algunos votantes, aunque escasos, respaldan a los Partidos Libertarios y a los Verdes, esos partidos políticos nunca han ganado una elección general. El votante estadounidense, como sucede con el votante promedio en sistemas bipartidistas fuertes, no quiere perder su voto en un partido que no ganará.

A pesar de esto y según numerosos estudios y encuestas, la mayoría de los votantes no están satisfechos con el desempeño ni de demócratas, ni de republicanos. Muchos estados tienen mapas electorales que son desproporcionados y han provocado varios casos de gerrymandering, lo que significa que un grupo político ha intentado cambiar un distrito electoral para alterar los resultados a su favor.

Teniendo en cuenta la acalorada controversia y la creciente frustración en la política estadounidense, puede ser hora de que los estadounidenses reconsideren su sistema electoral. Bajo el sistema de pluralidad, los 330 millones de personas que viven en los Estados Unidos están representados por puntos de vista conservadores o liberales, dependiendo de qué dirección tenga la votación cada cuatro años. En lugar de avanzar en la división polarizada entre estas dos plataformas, uno podría considerar recurrir a algo que ofrezca una representación más proporcional a las personas.

Israel, Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania y Nueva Zelanda usan variaciones de un sistema de listas de partidos. Aquí es donde se enfatiza la representación proporcional emitiendo votos para diferentes partidos políticos y eligiendo múltiples candidatos. El sistema ofrece una oportunidad más amplia para que los votantes encuentren un candidato que les atraiga, y ha mostrado niveles más altos de participación electoral.

El sistema de voto alternativo es otro método popular utilizado por países como Australia e Irlanda. Implica clasificar a los candidatos por orden de preferencia con la esperanza de eliminar la posibilidad de que se desperdicien los votos, como suele ser el caso dentro del sistema bipartidista. Encontrar un sistema más proporcional puede mejorar la representación de las personas, fortalecer el valor de cada voto individual e inevitablemente conducir a una mayor participación de votantes.

Romper el control de dos únicas partes puede ser la respuesta para volver a unir a una nación dividida en medio de la agitación política. @mundiario 

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