Sérgio Moro: de juez que encarceló a Lula da Silva a ministro de Justicia de Bolsonaro

Sérgio Moro, ministro de Justicia de Jair Bolsonaro. RR SS.
Sérgio Moro, ministro de Justicia de Jair Bolsonaro. / RR SS.

Que el presidente electo lo proponga es polémico, pero que él acepte es aún más escandaloso puesto que llegó a decir que jamás aceptaría un cargo político. Ahora podría convertirse en uno de los rostros fuertes del ultraderechista que busca limpiar la corrupción en Brasil.

Sérgio Moro: de juez que encarceló a Lula da Silva a ministro de Justicia de Bolsonaro

Sérgio Moro se ha convertido en el juez más famoso de Brasil con solo 46 años. Empezó a perfilarse en la prensa gracias a las investigaciones del caso Lava Jato, lo que culminó en el encarcelamiento del popular expresidente Lula da Silva; pero ahora resuena entre los medios por haber sido propuesto por el presidente electo Jair Bolsonaro como ministro de Justicia, algo que él está dispuesto aceptar. Esta elección ha causado polémica puesto que muchos pensaban que era un hombre sin bandera partidaria y que estaba por encima de cualquier ideología, además, él mismo llegó a decir que nunca ejercería ningún cargo político.

Moro se ha posicionado como un hombre fuerte del Brasil por estar a la cabeza de una cacería contra los corruptos del país. Él mismo ha abanderado causas llevadas a cabo por la Fiscalía o el Tribunal Electoral para probar la corrupción en los gobiernos de Dilma Rousseff y Michel Temer, todo lo hacía desde una simple distinción entre lo bueno y lo malo, pero ahora, se pasa al bando del ultraderechista para ejercer como su mano dura en la Justicia.

“La perspectiva de poner en marcha una agenda fuerte de lucha contra la corrupción y el crimen organizado, con respeto a la Constitución, la ley y el derecho, me han llevado a tomar esta decisión”, dijo Moro esta semana en una corta misiva poco después de haber salido de la casa de Bolsonaro. “En la práctica, aceptar esta invitación significa consolidar los avances de la lucha contra el crimen y la corrupción de los últimos años y alejar los riesgos de un retroceso por el bien mayor”, explicó.

Con la entrada de Moro a la Administración de Bolsonaro, queda en duda su legado en las investigaciones de Lava Jato. Hasta ese instante había dirigido las pesquisas del caso de mayor corrupción de Brasil, el que desveló en 2014 una de las mayores tramas de desvío y blanqueo de dinero público usando la petrolera estatal Petrobras. El caso entero ya lleva unas 218 condenas y 289 imputaciones, producto de la destreza y dureza del juez convertido ahora en ministro. Pero no es casualidad que Bolsonaro se haya decidido por Moro para su gabinete, y es que con el paso de los años, el juez se ha convertido en uno de los grandes perseguidores del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, a quien sorprendentemente logró encarcelar.

Jamás. Jamás. Soy un hombre de justicia y, sin ánimo de criticar, no soy un hombre de política”, llegó a decir Moro sobre hacer carrera en la política. “Creo que la política es una actividad importante, no quiero criticarla, tiene mucho mérito quien actúa en política, pero yo soy juez, estoy en otra realidad, otro tipo de trabajo, otro perfil. Así que ese riesgo no existe”, expresó en una entrevista para el diario O Estado de S. Paulo hace dos años.

De esta forma, Moro se aleja del caso Lava Jato y deja el resto a los jueves de mayor competencia. La movida de Bolsonaro corresponde a los grandes cambios que está haciendo con sus ministerios, donde ahora mezclará Justicia con Seguridad; o la Secretaría de Transparencia y Combate a la Corrupción, Asuntos Internos y el Consejo de Control de Actividades Financieras. También Hacienda, Desarrollo, Industria y Comercio Exterior y Planeamiento pasan a ser parte de Economía a cargo de Paulo Guedes; mientras que en Ciencias nos encontramos al exastronauta Marcos Pontes y en Casa civil a Onyx Lorenzoni@mundiario

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