Los republicanos siguen sin un plan de salud alternativo al Obamacare

Donald Trump. Twitter
Donald Trump. / Twitter

En los siete años transcurridos desde que se implementó Obamacare, los republicanos no han sabido crear un plan de salud alternativo que dé atención médica a los norteamericanos. De rebote, llega ahora un nuevo revés para Donald Trump.

Los republicanos siguen sin un plan de salud alternativo al Obamacare

El presidente Donald Trump sufrió este 24 de marzo otro revés, cuando el plan de salud republicano que el mandatario apoyaba fracasó en la Cámara de Representantes. Paul Ryan, el presidente de la Cámara, admitió la peor derrota de su carrera política, al comprobar que el plan de salud que defendía no contaba con el respaldo suficiente en el Partido Republicano, mientras los demócratas se oponían unánimemente.

Trump se llevó de nuevo un chasco. El revés anterior fue la suspensión en los tribunales de su decreto contra la inmigración de siete países musulmanes, luego reducidos a seis países.

El plan de salud que fue retirado de la votación en la Cámara por falta de apoyo iba a reemplazar a la Ley de Cuidado de la Salud A Bajo Precio y Protección de los Pacientes, más conocida como Obamacare

El plan de salud que fue retirado de la votación en la Cámara por falta de apoyo iba a reemplazar a la Ley de Cuidado de la Salud A Bajo Precio y Protección de los Pacientes, más conocida como Obamacare, creada por el presidente Barack Obama en 2010. Desde entonces, los republicanos se opusieron enérgicamente a la ley, prometiendo derogarla. Pero hasta ahora sus esfuerzos han sido infructuosos.

En siete años fueron incapaces de crear un plan de salud alternativo que resolviera las necesidades de atención médica de los norteamericanos. Obamacare no es perfecto, pero abre las puertas del cuidado de la salud a todo el mundo, incluso a las personas que tienen alguna enfermedad y que antes eran rechazadas por las compañías de seguros. Cuando Obamacare se implementó, había 40 millones de norteamericanos sin seguro médico. Esa cifra se ha rebajado a 20 millones. Obamacare no será una maravilla, pero ha beneficiado y beneficia a millones de personas que antes no podían ir al médico.

Entretanto, el fracasado plan republicano eliminaba muchas protecciones, como la expansión del Medicaid, y se basaba en una hipotética competencia entre aseguradoras que bajaría los precios de la atención médica. En un país donde el costo de esa atención es astronómico, ese cuento de la competencia no se lo creyeron ni los mismos republicanos que se opusieron al plan. Los legisladores republicanos sabían que un voto a favor del disparate de Trump y sus acólitos les podría costar el puesto en la próxima elección, cuando los electores beneficiados por Obamacare les pasarían la cuenta en las urnas.

Ya debería ser evidente que los ciudadanos comunes que votaron por Trump se dieron un tiro en el pie al poner en la Casa Blanca a un presidente que gobierna para favorecer exclusivamente a la clase socioeconómica a la que pertenece. Trump dijo que haría a América “grande de nuevo” (sea lo que sea que eso signifique) pero hasta ahora el tiro le ha salido por la culata.

El revés de este viernes en la Cámara de Representantes es un mal augurio para una presidencia que promete ser desastrosa.

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