La Parca sin piedad: ataca un nuevo éxodo que resucita el mito de las Furias

Una imagen conmovedora.
El cuerpecito del pequeño Aylán es recogido de la arena de una playa turca.

Ya era hora de que Occidente despertase de su letargo. Lo triste es que hiciese falta visualizar el cuerpecito del pequeño Aylán sobre la arena de una playa turca.

La Parca sin piedad: ataca un nuevo éxodo que resucita el mito de las Furias

Ya era hora de que Occidente despertase de su letargo. Lo triste es que hiciese falta visualizar el cuerpecito del pequeño Aylán sobre la arena de una playa turca.

Tras haber amputado Cronos a su padre Urano, la sangre de este sobre la tierra hizo surgir a Tisífone, Alecto y Megera. Unas furias de características similares, surgieron en las conciencias de Occidente cuando ayer impávidos veíamos el  cuerpecito sin vida del chiquitín Aylán sobre la arena de una playa de Turquía. Occidente ha despertado de su letargo o más bien diría de su desidia. Y puntualizo, ha despertado, levantado o alertado, porque algunos, como la que se dirige a ustedes, ya lleva unos cuantos meses más que preocupada, haciéndome muchas preguntas, y dentro de mi desconocimiento, pero no desinformación de lo profundo del problema, planteando allí donde debo posibles soluciones que se me ocurren, como seguro, a muchos de los que ahora están leyendo esto. Entonces … ahora me pregunto y lo dejo por escrito: ¿por qué no se está haciendo lo que se debe de hacer?.

En primer lugar, esas personas no tienen porque abandonar su país, sus recuerdos, su entorno social y familiar, su vida. ¿Por qué la Comunidad Internacional está permitiendo que los arrojen al mar de la desesperanza, nunca mejor dicho, una pandilla de indocumentados que disfrazan sus ansias de poder, y venta de tráfico de armas con tintes de creencias religiosas?.

En segundo lugar, no entiendo como en otros conflictos bélicos se saltó a la primera, ¿por qué la Comunidad Internacional no envía una fuerza masiva sobre el terreno y apoyados por mar y aire?.  Soy consciente, y créanme que en este tema sí se de lo que hablo, morirán muchos inocentes, y muchos militares, incluso muchos de los nuestros volverían a casa dentro de esas temidas cajas cubiertas con nuestra enseña nacional. Pero los Guardianes de la Paz, están para eso, y así lo han jurado cuando besaron su bandera. Es más, dentro de esos millones de personas que huyen habrá muchos ex militares sirios que debieran defender su país y lo suyo, ¿no?, evidentemente con la ayuda y medios necesarios, pero yo soy de los que piensan que deberían de ser aprovechados, y pelear por lo que les pertenece,  su gente y su tierra en paz.

En tercer lugar, ¿dónde está la Comunidad Internacional para defender a los miles de cristianos que ni tan siquiera tienen, la posibilidad de lanzarse al mar huyendo despavoridos de sus país?. Ellas son violadas sin piedad, ni sentimiento,ni distinción de edad ni piedad;  el conjunto de la población es vejado, torturado y asesinado, sin compasión y de la manera más vil. ¿quién defiende a esta gente?, ¿acaso los cristianos somos hijos de un dios menor?, ¡qué vergüenza!.

En cuarto lugar, ¿dónde está la Comunidad Internacional para poner freno a las mafias que operan en los países de origen?. O muy cortita soy, que es muy posible, o no alcanzo a entender el hecho que si la gentiña contacta con ellos, no puedan determinar los distintos servicios de  inteligencia de los gobiernos, quiénes son estos desgraciados sin alma.

En quinto y no menos importante lugar, ¿dónde está la Comunidad Internacional y su instrumento omnipotente la Organización de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, sus mediadores? , ¿y la Corte Internacional de Justicia? ¿y UNICEF?.

Me parece que ¡ya está bien!, y que la situación está pasando de oscuro a indefiniblemente oscuro.

Este problema es de una índole mayor  aún, que el éxodo en la segunda Guerra Mundial, y aunque estas personas necesitan solución a sus problemas y nuestra ayuda, ¡la de todos!, tampoco olvidemos que hay unos procedimientos legales que no se pueden obviar, que entre ellos se están colando miembros del ISIS, y no olvidemos problemas de índole social, religiosa y de salud pública que traen consigo.

Entendedme bien, por favor y no me malinterpretéis, y menos a una persona que tiene familiares que han emigrado por media América y Europa. Pero el tratamiento y el socorro que debemos brindar a estas personas, no es en calidad de emigrantes, si no de refugiados de guerra y refugiados políticos.

Señores mandatarios del mundo, espabilen de una vez, y pónganse manos a la obra. Pero si aceptan una sugerencia humilde de esta que suscribe, en el origen de todo está la solución más adecuada, y sin olvidarnos de esta pobre gente, el problema hay que cortarlo allí.

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