Merkel tensó más la cuerda con Turquía en su última visita a Recep Erdogan

Angela Merkel. / Facebook.
Angela Merkel. / Facebook.

La canciller estuvo en Ankara para tratar varios temas con el mandatario turco. La representante alemana pidió respeto a la prensa y a los tratados migratorios con la UE.

Merkel tensó más la cuerda con Turquía en su última visita a Recep Erdogan

Angela Merkel tensó la cuerda en las relaciones entre Alemania/Unión Europea y Turquía. Merkel visitó Ankara para reunirse con Recep Tayyip Erdogan y durante su visita le expresó al mandatario turco su preocupación respecto a los derechos y libertades en el perenne aspirante al club continental. El alambre que une a Berlín con Ankara ha venido perdiendo estabilidad en los últimos años con todo y que económicamente son socios prácticamente mandatorios el uno para el otro. El último acontecimiento que agitó las aguas fue cuando Alemania aceptó dar refugio a varios disidentes turcos a quienes el Ejecutivo islamista tachó abiertamente de "terroristas" y "golpistas".

Ya desde la antesala el encuentro se adivinaba como tenso debido a la agenda que llevaba cada uno y los pronósticos no fallaron. Al momento de comparecer públicamente ante la prensa, ni Merkel ni Erdogan hicieron el más mínimo esfuerzo en disimular su cansancio. Die Kanzlerin utilizó el término "terrorismo islamista" durante la conferencia, algo que disgustó a su anfitrión, quien respondió diciendo que semejante acusación era "inaceptable" ya que engloba a los seguidores del islam que, según él, es un credo de paz. La contraréplica de Merkel fue asegurar que hay una diferencia entre "islámico" e "islamista". Con todo y el pique, la dignataria alemana dio las gracias a su interlocutor por acceder a sentarse a hablar de temas controversiales.

Alemania y Turquía no pueden vivir el uno sin el otro, por lo que ninguno puede apretar más de la cuenta. Mientras Merkel espera llegar a las elecciones de septiembre en su país sin ningún contratiempo, Erdogan sabe que es una pieza importante para que las aspiraciones de aquélla se cumplan. El presidente turco sabe que su voz tiene mucha influencia en los casi tres millones de votantes alemanes con raíces turcas, al igual que sus repetidas advertencias de cortar el pacto antiinmigratorio que su Gobierno firmó en 2016 con la Unión Europea, lo cual ha ayudado a los países del centro de Europa a evitar un nuevo rebalsamiento en el número de refugiados que reciben. Merkel aseguró que aquel pacto es importante para todas las partes envueltas, con lo cual invitó a Ankara a respetar y aguantar las condiciones del mismo. Aquello lo dijo como un eufemismo pues en Alemania el partido ultraderechista Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania, AfD, por sus siglas en alemán) ha puesto el miedo en la piel de los alemanes respecto a la migración con la intención de ganar más votos.

Pero Merkel aprovechó su visita para expresarse también respecto al fallido golpe de Estado del año pasado, así como la posterior represión, la cual ha llegado a niveles nunca vistos. "Durante el golpe vimos como el pueblo turco se mantuvo del lado de la democracia. Y por ello es importante que la libertad de opinión y la libertad de prensa sean respetadas", destacó para luego solicitar que el castigo para los culpables se imponga de forma proporcional. La revuelta fue en el último mes de julio y, seis meses después, al menos 40.000 capturas se han realizado por nexos con la misma.

Agregado a eso, exigió que el Ejecutivo de Erdogan garantice "la separación de poderes". La exigencia llega en respuesta al clamor de los partidos opositores en el Congreso luego de que el oficialismo consiguiera que el Legislativo abriera la puerta abierta a una reforma constitucional que convertiría al país en un régimen presidencialista. En otras palabras, Erdogan concentraría todo el poder en sus manos. La reforma debe pasar primero por el escrutinio de los turcos mediante un referendo.

Otro de los puntos tratados durante la sesión, fue las acreditaciones de la prensa extranjera con corresponsales o sedes en territorio turco. Merkel calificó la situación como preocupante. Según revela El País, varios periodistas alemanes siguen a la espera de la acreditación gubernamental para poder ejercer su profesión en Turquía, la cual debe ser entragada y renovada cada año.

Pero la agenda dio para más temas, como la misión en la base de Incrlik, establecida al sur del país. Aquella base sirve como cuartel general a la aviación de Alemania en su lucha contra el Estado Islámico en Siria. La Cancillería Federal de Alemania ha solicitado a Ankara que la misión sea ampliada, mas hasta el momento se han topado con respuestas negativas e incluso han vetado el ingreso a las autoridades alemanas.

A cambio de las exigencias de Berlín, Erdogan ha pedido por su parte otros compromisos que Merkel no tiene planeado aceptar, aunque en muchos de ellos la decisión no depende de ella o su cargo, sino del Organismo de Justicia. Ankara espera que los alemanes colaboren más en la lucha que tiene su Gobierno contra grupos a los que califica de "terroristas", como el PKK, grupo rebelde kurdo, al que Alemania también considera una amenaza terrorista, así como los seguidores de Fethulla Güllen organizados en una cofradía que habría sido la organizadora del golpe de Estado fallido del verano pasado.

Ankara también ha expresado su malestar por la supuesta protección que ha brindado la Justicia alemania a varios turcos residentes en Alemania a quienes el gobierno ha solicitado que sean extraditados para ser juzgados por sus actos o nexos terroristas. Berlín ha accedido a extraditar tan sólo a 3 de los 136 que ha pedido el Gobierno y en 110 casos han optado por mantener a los susodichos en su territorio. Las autoridades quedan así en una encrucijada, pues pese a que han reiterado hasta el cansancio su compromiso con Turquía para la "lucha conjunta contra el terrorismo", hay muchos turcos que envían solicitudes de asilo casi a diario ante el miedo a represalias del Gobierno de su país. Al menos 40 militares del Ejército del país euroasiático han pedido refugio a Berlín pues temen que de llegar a volver a poner un pie en su tierra, el régimen de Erdogan les abra juicio por considerarlos golpistas. @hmorales_gt

 

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