¿Por qué Mariano Rajoy habla de Paula Quinteiro en el Congreso?

Paula Quinteiro. / YouTube
Paula Quinteiro. / YouTube

Es simple: porque el grupo dirigente de En Marea consiguió colocar en los medios y en la opinión pública una mentira. Una mentira que ahora usa Mariano Rajoy como cortina de humo para no hablar de otras cuestiones. La derecha está cómoda.

¿Por qué Mariano Rajoy habla de Paula Quinteiro en el Congreso?

Umberto Eco nos advirtió de la potencia de la máquina de fango en los momentos en los que toca desviar la atención de la opinión pública para otro lado. Cuando no hay explicaciones académicas para el funcionamiento de una universidad, cuando los casos de corrupción son regla y lo público está en el centro de los negocios privados, es útil hacer que la gente mire para otro lado.

Interpelado por el escándalo de Cifuentes, Mariano Rajoy decidió hablar de Paula Quinteiro. Y con ella, de una serie de medias verdades que no se substancian en sentencias judiciales y que no merecen otro calificativo que el de fake-news, forma novedosa de nombrar lo que simplemente es una mentira.

Por eso cuando Pablo Iglesias interpeló a Mariano Rajoy por la crisis política de la Comunidad de Madrid, el líder del Partido Popular desvió la atención hacia Paula Quinteiro. Porque la máquina de fango necesita enlamar el terreno para que no podamos descifrar las claves. Se establece una lógica en la que un buen titular es mucho más efectivo que las mejores argumentaciones: es un juego donde la búsqueda de la verdad puede esperar.

¿Pero por qué Mariano Rajoy habla de Paula Quinteiro? Porque el grupo dirigente de En Marea consiguió colocar en los medios y en la opinión pública una mentira: Paula Quinteiro rompe retrovisores. Una mentira sobre la que se construye toda la estrategia de acoso y derribo en contra de la diputada. Una mentira fabricada por la jefatura de En Marea que ahora es usada por Mariano Rajoy contra Podemos y contra En Marea.

La ciudadanía situó a En Marea como primera fuerza de la oposición en Galicia. Su papel debería estar en hacer una oposición contenciosa en el Parlamento y en el Congreso de los Diputados, y en poner en valor las medidas puestas en marcha por los gobiernos rebeldes. Hay conflictos en el país y necesidades que deben ser retroalimentados y políticamente atendidas con la presencia de En Marea en las instituciones. Pero bien se ve que las prioridades de los últimos dos meses estuvieron centradas en otro lugar.

Hay cosas que nunca salen bien. La izquierda, cuando menos en Galicia, confunde la voluntad de construir marcos ganadores con el pacto con determinados poderes del país. Existe una fascinación ingenua que no consigo comprender. Porque al final vivimos una repetición: lo que vimos en el BNG y en AGE ahora tiene un nuevo episodio.

Mantienen las mismas prácticas, y son las mismas personas con nuevas compañías. Traen, como novedad, un curso avanzado de ética que nos venden por fascículos, en cada entrevista y declaración en la que dejan de hacer oposición al Partido Popular para hablar de Paula Quinteiro.

La derecha está cómoda. Para el PPdeG de Núñez Feijóo, Ciudadanos no supone ningún problema. Las ciudades van a ser la batalla central de la política gallega de aquí a 2019. No olvidemos que ellas son decisivas para saber quién gobernará las Diputaciones. Mientras esta tensión no se resuelva en En Marea –un debate político entre mantener la apuesta rupturista o reconvertirse en un partido de concertación más– la Unidad Popular podrá tener más problemas de los esperados. @mundiario

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