Emmanuel Macron y el desafío de renovar las relaciones de Francia con África

Emmanuel Macron, presidente de Francia, en su visita a África. Twitter
Emmanuel Macron, presidente de Francia, en su visita a África. / Twitter

El presidente galo ha reconocido los crímenes de la colonización y ha abogado por una nueva etapa entre ambos territorios. 

Emmanuel Macron y el desafío de renovar las relaciones de Francia con África

Emmanuel Macron sigue intentando ganar terreno fuera de casa. El presidente de Francia ha emprendido una gira por África Occidental con un objetivo claro: renovar las relaciones con el continente y enterrar el recelo que ha dejado la histórica colonización. Una hazaña que todos los mandatarios galos recientes han intentado pero ninguno ha logrado concretar.

El líder del partido En Marcha! ha llegado al territorio africano ondeando la bandera blanca de la paz. En su discurso desde la Universidad de Uagadugú, en la ciudad de Burkina Faso, el jefe de Estado insistió en los beneficios que traería para ambas naciones un nuevo y armonioso matrimonio. Para llamar la atención de los presentes apostó a una jugada inteligente: bajar la cabeza, reconocer los errores y mirar al frente.

En ese sentido, Macron, no dudó en reconocer que "los crímenes de la colonización europea” son “innegables” y sus efectos han pasado una costosa factura durante años a la nación francesa. "Hay errores y crímenes, grandes cosas e historias felices", señaló el francés. Es "un pasado que debe pasar", añadió. "Soy de una generación que no viene a decirles a los africanos qué tienen que hacer", remarcó más adelante, y con ello dejó claro que París ya no mira a África como un hijo al que se le deban impartir lecciones.

 

Asimismo, Macron, subrayó su voluntad por sembrar la semilla de la cooperación en educación, en economía digital y en migraciones en África. Otra de sus grandes apuestas es la consolidación de un ejército conjunto del G5, para combatir extremistas en la región del oeste africano conocida como el Sahel que conecta con el desierto del Sahara.

A juicio del mandatario galo la puesta en marcha de la fuerza antirrorista conjunta, a la que pertenecen militares de Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger, y que desde el mes de octubre ha sido respaldada por Francia y Estados Unidos, no ha ido lo suficientemente rápido. “Es indispensable que ganemos esta guerra lo antes posible", alertó.

Por otra parte, el presidente francés, anunció que "propondrá una iniciativa euro-africana" para "golpear a las organizaciones criminales y las redes" de traficantes de personas que explotan a los inmigrantes subsaharianos, y prometió "un apoyo masivo a la evacuación de las personas en peligro" en Libia, y un enlace con África que convertiría al territorio "socio privilegiado" en la lucha contra el calentamiento climático.

 

Sin embargo, pese a las promesas, la “buena voluntad” de París, y el discurso conciliador de Emmanuel Macron, la tarea que se ha propuesto el joven político galo no deja de ser uno de los mayores desafíos de su asediado e impopular gobierno. La realidad es que, pese a los años, las generaciones africanas no han pasado la página respecto a los europeos y al día de hoy, el pueblo sigue acostumbrado a percibir a Francia como un ente colonizador.

De hecho, dos incidentes ocurridos con motivo de la llegada del presidente al territorio africano confirman que el tono hostil respecto a los franceses está lejos de ser enterrado en algunos sectores de la población. El primero sucedió unas horas antes del aterrizaje del líder, cuando las tropas francesas recibieron un ataque con una granada y tres civiles burkineses fallecieron. Unas horas más tarde, tras la llegada del presidente, uno de los vehículos de su convoy de seguridad recibió el impacto de piedras. Lo cual deja claro que no todo el mundo está dispuesto a apretar la mano extendida de los franceses. @mundiario

 

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