El Gobierno boliviano apela a las Naciones Unidas para silenciar a Evo Morales

Evo Morales, expresidente de Bolivia. / RR SS
Evo Morales, expresidente de Bolivia. / RR SS
El Ejecutivo de Jeanine Áñez consultará al organismo continental si el expresidente puede realizar distintas actividades políticas en Argentina, donde se encuentra con la condición de refugiado. 
El Gobierno boliviano apela a las Naciones Unidas para silenciar a Evo Morales

El Gobierno interino boliviano apunta a silenciar a Evo Morales. La ministra de Relaciones Exteriores, Karen Longaric, ha dicho que, en los próximos días, consultará a la Organización de las Naciones Unidas -específicamente a la oficina del Alto Comisionado para los refugiados (ACNUR)- si el expresidente puede desarrollar actividades políticas en Argentina, donde tiene la condición de refugiado por parte del régimen de Alberto Fernández. 

“Vamos a consultar si está permitido que los refugiados emitan opiniones de carácter político o realicen actos políticos que pongan en peligro la estabilidad del país que los persigue”, dijo la canciller boliviana. Si logran una respuesta positiva de la ONU, entonces presentarán una queja formal al Ejecutivo argentino. Dicho recurso dista bastante de la anunciada denuncia ante organismos internacionales por permitir la presencia de Morales en Buenos Aires. 

El expresidente boliviano ya había provocado un cruce entre Buenos Aires y La Paz en esta semana. "Lamentamos que otros países estén apoyando esto que sucedió en nuestro país y estén dando apoyo a una persona que ha cometido claramente en Bolivia fraude, sedición y terrorismo”, había dicho el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez. Y la respuesta no se hizo esperar. 

“El refugiado tiene los mismos derechos que un ciudadano argentino. Nosotros no le vamos a restringir sus libertades”, señaló el nuevo primer ministro argentino, Santiago Cafiero, en una entrevista al diario La Nación. La postura de la mano derecha del presidente Alberto Férnandez se contradecía con lo manifestado por el canciller Felipe Solá, quien reveló las reglas de conducta que debía cumplir Morales durante su instancia en suelo argentino.

Como sea, Morales ha hecho todo lo contrario desde su llegada a suelo argentino: se ha expresado públicamente en distintas ocasiones. Lo hizo en su cuenta de Twitter -mediante críticas a la presidente interina Jeanine Áñez, los dirigentes Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa, y la OEA- y el sábado pasado realizó su primera aparición pública. Al día siguiente se reunió con el peronista Fernández en la Casa Rosada. 

Mientras el expresidente tiene una intensa agenda en Buenos Aires, la justicia en Bolivia ya ha presentado cargos en su contra tras dimitir a raíz de las irregularidades de las elecciones generales del pasado 20 de octubre. Así, el Poder Judicial lo acusó de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo y emitió una orden de aprehensión. A pesar del intento del gobierno interino de Jeanine Áñez por traer de vuelta a Morales, ese escenario resulta muy complicado.

Un alto funcionario de la Casa Rosada reveló a la agencia Infobae que por ningún motivo entregarán a Morales a la justicia boliviana. “Vamos a proteger a Evo Morales porque corresponde hacerlo en su calidad de refugiado político y porque todo el pedido de detención es una farsa”, ha dicho la fuente. Como se ve, la tensa relación diplomática entre La Paz y Buenos Aires parece que tiene más capítulos por escribirse. @mundiario

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