El fiscal de la trama rusa acorrala a otro excolaborador de Trump

Roger Stone, asesor político. RR SS
Roger Stone, asesor político. / RR SS

Un veterano exasesor del presidente es imputado por cinco delitos de declaración falsa, manipulación de testigos y uno de obstrucción de procedimiento oficial.

El fiscal de la trama rusa acorrala a otro excolaborador de Trump

El fiscal especial Robert Mueller no hace mucho ruido, pero cuando su nombre aparece en los titulares de los principales medios del país, estamos seguros de que la Casa Blanca se estremece. Mueller se encuentra llevando a cabo una investigación al respecto de la injerencia rusa en las elecciones de 2016, lo que ha suscitado que la palabra del presidente Donald Trump quede entredicha en más de una ocasión gracias a los descubrimientos del fiscal. El último en verse involucrado en la investigación ha sido Roger Stone, veterano asesor e ideólogo del presidente estadounidense, y que ha sido acusado de siete delitos: obstrucción de un procedimiento oficial, manipulación de testigos y otros cinco por declaraciones falsas.

Este asesor es una pieza importante en todo el caso gracias a sus contactos con WikiLeaks, la organización detrás de la filtración de miles de correos electrónicos demócratas durante la campaña presidencial. El FBI ya ha detenido al experto en su casa de Fort Lauderdale, Florida, para luego ser trasladado a un tribunal que lo dejó en libertad provisional con una fianza de 250.000 dólares. Durante su salido enfatizó que se le acusaba falsamente y que no declarará contra el mandatario.

El experto asesor de 66 años calificó la investigación como una “caza de brujas” siguiendo la misma línea que el presidente, además, enfatizó que no había “nada que investigar” sobre él. “Estas acusaciones contra el señor Stone no tienen nada que ver con el presidente, no tiene nada que ver con la Casa Blanca. El presidente no ha hecho nada malo”. dijo la portavoz presidencial Sarah Sanders, poco después del arresto. Por su parte, el presidente tomó su Twitter para descalificar la investigación: “La mayor caza de brujas de la historia de nuestro país. ¡No hay conspiración! Los coyotes de la frontera, los traficantes de droga y los traficantes de personas reciben un trato mejor”.

Stone es conocido por haber trabajo con casi todos los presidentes republicanos de la última década y ya ha negado haber tenido conocimiento alguno del ciberataque contra el Partido Demócrata o de que WikiLeaks publicaría información robada. Pero la acusación expresa que funcionarios de la campaña de Trump contactaron con Stone en relación con la difusión de los correos. “Alrededor del 4 de octubre de 2016, el empleado de la campaña de Trump le preguntó a Stone a través de un mensaje de texto si había escuchado más de Londres”, donde vive refugiado Julian Assange, fundador de WikiLeaks. “Stone respondió: 'Sí, quiero hablar en una línea segura ¿Tienes WhatsApp?”. El asesor habría dicho al miembro de la campaña que se publicaría más material que haría daño a la campaña de Clinton.

Stone habría intentado encubrir sus acciones mintiendo al Congreso y presionando a otro testigo conocido como Persona 2, para que se negara a hablar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. “En múltiples ocasiones, incluido el 1 de diciembre de 2017 o alrededor de esa fecha, Stone le dijo a la Persona 2 que debería hacer un 'Frank Pentangeli' ante el Comité de Inteligencia para evitar contradecir el testimonio de Stone”, dice el documento donde se acusa al asesor. Stone y Trump tienen una relación de altos y bajos. El asesor acompañó a Trump durante los primeros meses de la campaña electoral, pero luego pasó a ser un asesor externo por la complicada relación que tenía con el mandatario. El pasado diciembre Trump alabó a Stone por anunciar que no testificaría en su contra en el Congreso, pero esto podría cambiar, tal como sucedió con su exabogado. @mundiario

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