Las explicaciones que el rey honorífico nos debe a todos los españoles

<<enter caption here>> on May 25, 2010 in Madrid, Spain.
Juan Carlos quiere volver a su vida de siempre
Son varios los asuntos de los que tiene que dar explicaciones Juan Carlos a los ciudadanos ante los que anunciara su compromiso moral
Las explicaciones que el rey honorífico nos debe a todos los españoles

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez, al mismo tiempo que afirmaba que el PSOE no se cuestiona la monarquía como forma de jefatura del Estado, ha dicho sucesivamente que cree necesarias dos cosas: Que Juan Carlos I dé explicaciones de su conducta y que no cree que estas alturas se deba mantener la inviolabilidad del rey. Con más rigor jurídico, el profesor Jorge de Esteban catedrático de Derecho Constitucional, afronta la urgente necesidad de elaborar la aplazada por PSOE y PP “Ley de la Corona”, que de haber existido nos habría ahorrado recientes escándalos de la familia real. José Antonio Martín Pallin, Comisionado español de la Comisión Internacional de Juristas, con sede en Ginebra y que ha sido Fiscal y Magistrado del Tribunal Supremo, bajo el título “Las cuentas del rey honorífico (una transferencia comprometedora)” acaba de hacer un demoledor análisis sobre la conducta del rey honorifico, cuyo resultado viene a demostrar que “no todos somos iguales ante la ley”, o eso parece por el modo en que se va a librar de actos que la sociedad reprueba y que tendría otras consecuencias para un ciudadano normal.

El magistrado Martín Pallín anota que, de los diversos comportamientos inadecuados del rey honorífico, los españoles nos enteramos gracias a la prensa extranjera y añade: “El mundo político y financiero internacional no daba crédito a la pasividad de nuestras instituciones ante lo que se estaba conociendo. Se nos ha informado sobre cantidades multimillonarias de dinero de origen dudoso que procederían de comisiones por intervenir en transacciones con países extranjeros en su condición de Jefe del Estado”. En todo caso, cuando un rey como Juan Carlos reitera un comportamiento personal, aunque se diga que es privado, como ha hecho y causa tal escándalo a la sociedad, esa pretendida impunidad que lo protege de todos sus actos, debería no alcanzar a los de carácter privado, pero es obvio que la única salida digna para la propia Corona sería abdicar. Pero, según Martín Pallín, los enredos financieros de Juan Carlos “denotan su desprecio a las normas de transparencia y buen gobierno y de lealtad a principios éticos elementales”.

Pero, como pide el presidente del Gobierno, de qué tendría que dar explicaciones Juan Carlos I cuando regrese. Que, por cierto, El Gobierno ha dejado el asunto en manos de Felipe VI, aparte de que el PSOE reitera su apoyo incondicional a la Corona. Pero Juan Carlos no muestra ninguna intención de dar explicaciones como le pide Pedro Sánchez. Y quiere volver a España a llevar la misma vida de antes. Durante su reinado y luego de haber abdicado, el rey honorífico utilizó repetidamente los servicios los servicios profesionales de la entidad Rhône Gestión, de Arturo Gianfranco Fasana, gestor fortunas españolas en el extranjero, entre otras, la del cabecilla de Gürtel, Francisco Correa. Cuando el fiscal de Ginebra Yves Bertossa registró las oficinas de Fasana encontró la documentación de los manejos financieros de Juan Carlos I entre 2008 y 2018.  La investigación se había iniciado en el verano de 2018 a raíz de conocerse las grabaciones de una reunión celebrada tres años antes en Londres entre el comisario José Manuel Villarejo y Corinna Larsen. La ex amante se refirió a la fortuna que el rey emérito ocultaba en el extranjero, aunque parte de dinero había pasado ya a sus manos, y dio algunos nombres de posibles testaferros. Juan Carlos nunca declaró a la Agencia Tributaria ni los 100 millones de dólares que recibió del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, sinó que los depositó en el banco Mirabaud de Suiza a nombre de la fundación Lucum, registrada en Panamá. En abril de 2010, Fasana ingresó en esa cuenta un nuevo regalo al rey procedente del sultán de Bahréin, Hamad bin Isa Al Jalifa por importe de 1.895.250 dólares.

Lo que dejó de pagar al Fisco

De haberlo declarado los sucesvos regalos recibido, según los cálculos del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), incluida la donación efectuada por el sultán de Bahréin, los impuestos impagados del rey emérito superarían los 53 millones de euros. Juan Carlos, apremiado por el banco Mirabaud que guardaba su fortuna y ante el riesgo de que se descubriera la irregularidad, se desprendió de ese dinero en 2012 mediante el traspaso de todos los fondos y la fórmula de “donación irrevocable” a una cuenta de Corinna Larsen en el Banco Gonet de Bahamas. En la Navidad de 2013 Juan Carlos dijo a los españoles que los cargos publicos tenían que ser moralmente ejemplares y reclamaba para sí mismo tal conducta.

Juan Carlos siguió viajando en jets privados por el mundo, en vuelos sufragados por la Fundación Zagatka de su primo lejano Álvaro de Orleans. Dado que los 198.000 euros que el rey honorífico tenía como asignación anual en los presupuestos de la Casa Real no eran suficientes para mantener su nivel de vida (pasa tres cuartas parte del año viajando por el mundo), aparece su amigo Allen Sanginés-Krause, empresario mexicano que entre 2016 y 2018 le facilitó cerca de un millón de euros. Juan Carlos no tuvo otro remedio para evitar ser acusado de delito fiscal a presentar dos regulaciones en diciembre de 2020 (678.393 euros por los regalos de Sanginés-Krause) y en febrero de 2021 (4.395.901 euros por los vuelos que le pagó la fundación Zagatka de Álvaro de Orleans). El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) sostuvo que la regularización de Juan Carlos I no fue correcta, pues se hizo a sabiendas de que la investigación abierta podría concluir con una querella de la fiscalía por delito fiscal. En octubre de 2020, un sospechoso movimiento de dinero desde Jersey a España alertó a las autoridades del Servicio de Blanqueo de Capitales (Sepblac), que comunicaron la existencia de un trust (fideocomiso) registrado en las islas del Canal a principios de los noventa, entre cuyos titulares aparecía el nombre de Juan Carlos I. El trust fue creado con una cantidad superior a los 10 millones de euros por Manuel Prado y Colón de Carvajal. Ese instrumento financiero mantenía todavía en 2020 unas reservas. Hay mucho que explicar. ¿Recibiremos esas explicaciones o de nuevo: "Lo siento mucho. Me he equivocao...".

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