El empresario César Acuña, ¿el Berlusconi peruano?

César Acuña. / Wikipedia
César Acuña. / Wikipedia

Todo empresario metido en política tiene el objetivo de enriquecerse; en base, al nuevo poder que tiene, que es el poder político, opina este autor.

El empresario César Acuña, ¿el Berlusconi peruano?

Silvio Berlusconi fue tres veces Presidente del Consejo de Ministros de Italia. Él no se inició como político, más bien es el clásico ejemplo de empresario relativamente exitoso que incursiona en política por el capricho de tener el poder constitucional.

En mi primer libro titulado Medios de Comunicación y política en el siglo XXI. El poder tras bambalinas menciono lo siguiente: “Por ejemplo, en Italia, Silvio Berlusconi es el fundador y presidente de la corporación de telecomunicaciones Mediaset. Esta corporación es dueña de los siguientes canales de televisión: Canale 5, Italia 1, Rete 4, Iris, Boing, La 5, Mediaset Extra, Italia 2, Cartoonito, TgCom24, Canale 5 + 1, Italia + 1, Rete 4 +  1, For You, Mediaset Premium.”  Además de tener un gran poder mediático, Berlusconi es dueño de un equipo de fútbol el AC Milán.

Guardando las diferencias entre Italia con el Perú y las fortunas de Berlusconi y de un candidato presidencial peruano, considero que el Berlusconi peruano es César Acuña por diversas razones.

Primero, son empresarios que saltan a la política. Sólo por el capricho de ostentar el poder, soslayando que la política es por excelencia el arte del servicio y trabajo para la sociedad. Venden la idea que son personas exitosas y que ese relativo éxito lo van a llevar a la gestión pública. Su centro es el dinero como política.

Segundo, Acuña tiene fuerte presencia mediática en el norte peruano (no al grado de Berlusconi en Italia), pero es dueño de tres universidades. Dichas casas superiores de estudios le permiten hacer activismo político. Tiene una planilla de catedráticos y administrativos a su servicio más una masa estudiantil, que a precios comodísimos estudian en la Universidad. Obviamente con trabajo remunerado y estudios universitarios, quién (en su sano juicio) se resistiría a votar por él.

Estas tres Universidades Privadas (que no son fiscalizadas absolutamente en nada por la Sunedu) sirven de plataforma política para Acuña; al grado, que su triunfo electoral como Alcalde de Trujillo en el 2006 se basó en el otorgamiento de medias becas a los pobladores de menores recursos económicos; es decir, una nueva política de populismo. En el siglo XX el populismo se manifestaba con el regalo de alimentos y ropas, hoy con Acuña el populismo es regalar medias becas.

Tercero, Acuña (como Berlusconi) es dueño de un equipo de fútbol de la primera división que es el César Vallejo. Se podrá decir que este punto no es relevante, pero es un error así calificarlo porque el fútbol más que un deporte es una pasión mundial.

Cuarto, Acuña surge como un político con un clarísimo mensaje contrario a los partidos políticos más tradicionales (en nuestro caso, el Apra). Berlusconi tiene un mensaje contrario a la socialdemocracia italiana (hoy en el gobierno).

Los simpatizantes de Acuña manifiestan que como él (Acuña) es empresario no va a robar porque es millonario; lo cual, es una falacia del tamaño del Tíbet porque todo empresario metido en política; lo que busca subalternamente, es tener mayores réditos económicos. Es de inocentes creer, que con el poder político que tiene un Presidente no va a usar dicho poder para que sus empresas (Universidades, club deportivo; etc.) crezcan exponencialmente.

Además, este candidato presidencial representa un ejemplo de la anti política peruana. Caudillista, sin partido político organizado, mensaje anti clase y partidos políticos, y reúne a políticos tránsfugas en base al dinero. Alguien se atrevería a decirnos que los “jales políticos” de Acuña son personas que han militado con él desde hace 10 años, por favor.

Mi reflexión final es que todo empresario metido en política tiene el objetivo de enriquecerse; en base, al nuevo poder que tiene, que es el poder político.

Es la hora de vencer en las urnas a la anti política peruana, no más improvisados y aventureros que se conviertan en Presidentes del Perú. Ser Presidente del Perú es tema serio y con mayúsculas.

 

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