¿Se dirige Catalunya hacia una comunidad asamblearia?

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Votaremos.

El monotema catalán del “procés” ha llevado a la sociedad catalana a un callejón sin salida donde no se adivina cómo o cuándo terminará. Una situación que la ha dividido en dos.

¿Se dirige Catalunya hacia una comunidad asamblearia?

El procés empezó cuando determinados políticos catalanes independentistas empiezan a hablar de balanzas fiscales en Alemania (que no se publican) o de que Catalunya aporta a Madrid 16.000 millones de euros al año y que ese dinero de superávit pagaría la deuda catalana.

Mentiras que oportunamente desmonta el ex-ministro Josep Borrell en su último libro. De aquí se pasa a “España nos roba”, eslogan de la derecha catalana en unas elecciones. Entonces se forma una gran MASA de dos millones de catalanes para salir en la Diada.

La masa de esos dos millones de personas es manejada adecuadamente por unos líderes iluminados que les inculcan sentimientos exaltados, despertando pasiones irreales. Alguna vez la masa puede ser violenta, como ante la consejería de economía.

La masa actúa sin sentido crítico, desaparece la personalidad del individuo que se deja llevar. La masa es crédula, con preferencia a creer lo irreal. Se consigue la masa por la exaltación de las emociones o de las pasiones. Sus componentes creen tener poder pero de hecho disminuyen sus responsabilidades individuales.  Sólo falta que uno o varios iluminados se pongan al frente y dirijan la masa hacia el nirvana, la tierra prometida.

En este caso la tierra prometida sería la independencia, no pagar la deuda con Madrid, estar en Europa sin deudas, lograr una república independiente donde todos serán más ricos.

La masa se lo cree, sigue fielmente las consignas de los independentistas irredentos, dominada por las agrupaciones civiles de ANC (Asamblea Nacional Catalana), de Omnium Cultural y los partidos independentistas PDeCat, ERC, CUP, Catalunya en Comú o Podem.

Escuchamos gritar constantemente “Votarem”: Lo está pidiendo la masa como si nunca lo hubieran hecho. Ello puede conducir a la sociedad catalana a volverse una comunidad asamblearia, donde las distintas facciones deciden tomar decisiones importantes mediante votaciones o referéndums de cuestiones diversas.

España es un Estado de Derecho. Existe la separación de poderes: legislativo ejecutivo y judicial. El gobierno cumple y hace cumplir la Constitución y los Estatutos de Autonomía. Lo contrario al Estado de Derecho es la comunidad asamblearia, donde se decida votar, por ejemplo que no se paga la deuda.

Votarem sí, pero dentro de la ley. Catalunya no puede convertirse en una comunidad asamblearia. Derecho a decidir sí, referéndum vinculante sí, independencia sí, pero dentro de la ley. Para votar eso, primero hay que cambiar la ley pero entre todos, como señala la Constitución.

El gobierno catalán también tiene que cumplir con la Constitución y el Estatuto de Autonomía. El Parlamento de Catalunya al votar y aprobar la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) incumple le ley en el artículo 2º de la Constitución.

Como consecuencia, se produce la división de la sociedad catalana en dos bloques. Marchan de Catalunya los dos grandes bancos catalanes; la deuda catalana se considera bono basura; más de 2.000 empresas cambian su sede social; se estima que el PIB catalán  pueda bajar en poco tiempo el 2.5% y el desempleo aumente fuertemente.  No obstante, la masa y los partidos independentistas siguen diciendo “somos república”.

El día 21 de diciembre se celebran elecciones al Parlamento de Catalunya: los independentistas ya citados, más los partidos constitucionalistas PP, PSOE, Ciutadans e Iniciativa per Catalunya Verts se preparan para conseguir los votos de los ciudadanos. ¿Se conseguirá ver la salida del callejón del procés? Mucho nos tememos que no. El tema va para largo, lo que tarde la masa en cambiar sus convenciones. @mundiario

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