El desafío del PSdeG para poder seguir avanzando

Gonzalo Caballero con militantes ante el monumento a Pablo Iglesias en Santiago. / GCM
Gonzalo Caballero con militantes ante el monumento a Pablo Iglesias en Santiago. / GCM

El nuevo secretario xeral del PSdeG debe aportar credibilidad a un eslogan de campaña, algo que solo se conseguirá teniendo la voluntad y la actitud adecuada para hacer aquello que se prometía en campaña.

El desafío del PSdeG para poder seguir avanzando

Decía Friedrich Nietzsche que “cuando un partido se da cuenta de que un afiliado se ha convertido de un adepto incondicional en un adepto con reservas, tolera esto tan poco que, mediante toda clase de provocaciones y agravios, trata de llevarlo a la defección irrevocable y de convertirlo en adversario; pues tiene la sospecha de que la intención de ver en su credo algo de valor relativo que permite un pro y un contra, un sopesar y descartar, sea más peligrosa para él que una oposición frontal”.  Y por lo que se ve, Nietzsche no iba desencaminado.

El Partido Socialista de Galicia acaba de pasar por un proceso de primarias para la elección a la secretaría general, y el ganador tiene en su mano el deber y el derecho de liderar el proceso de composición de la nueva dirección que coordinará la acción política durante los próximos 4 años.

Nadie puede negar por lo tanto que Valentín González Formoso, como nuevo secretario xeral, tiene el derecho a elegir a las personas que crea más adecuadas para dirigir esa acción política de la forma en que él disponga, siempre guiado por el modelo de partido resultante de la ponencia marco del 14º Congreso Nacional, pero lo que sí parece es que tras una campaña en la que el lema era Sumar para avanzar y en la que se ha presumido de que se realizaría un proceso de integración y unión, ha adquirido el deber de cumplir ese compromiso.

Porque el nuevo secretario xeral del PSdeG ha sido elegido por un 60% de la militancia que votó el pasado 30 de octubre, pero no se puede obviar o silenciar al 40% de los votantes que se pronunciaron a favor de la continuidad del proyecto de Gonzalo Caballero.

Superar los procesos de las elecciones internas no ha sido nunca una tarea fácil, porque la discrepancia en los proyectos muchas veces se convierten en discrepancias personales, cuando en realidad solo son o deben ser un debate de ideas que no tienen por qué erosionar la cohesión interna si los participantes asumen y aceptan las reglas democráticas de la organización, y lo que es más importante, si al finalizar se es capaz de adoptar aquellas medidas positivas del otro y otros candidatos que enriquecen la organización. Porque la mejor manera de hacer crecer una organización, y sobre todo una organización política democrática es mediante el debate de ideas.

Por eso algunos de los principales retos que tiene ante si la nueva dirección del PSdeG es reconocer el valor de las aportaciones de ese otro 40% de la militancia y darle representación en la organización.

Poner el contador del PSdeG a cero y hacer política de tierra quemada solo implica retroceder, volver a la casilla de salida, y lo que es peor, ningunear a una gran parte de la organización que es pieza fundamental para el proceso de avance. Avanzar implica apoyarse en el camino recorrido y consolidar lo ya conseguido para poder seguir progresando. Pero para avanzar es necesario conseguir la cohesión interna, una cohesión que solo se consigue sumando al que discrepa en libertad con lealtad a unas siglas y no silenciando al que piensa diferente.

Sumar para avanzar debe ser por lo tanto algo más que un lema vacío. Debe ir acompañado de la voluntad de hacer esa suma.

Porque no se suma rechazando al 40% de tu organización, ni eliminando la representación de las agrupaciones locales en el máximo órgano de dirección política entre congresos como es el Comité Nacional, o restándole protagonismo a la estructura comarcal.

Porque nunca se podrá sumar quitándole voz a quien sustenta el PSdeG: la militancia.

Y mucho menos se suma viendo en la discrepancia insurrección. La lealtad desde la libertad para la discrepancia aceptando las reglas democráticas de la organización siempre será más constructiva que el silencio.

Sí, el nuevo secretario xeral de los y las socialistas galleg@s  y cualquier secretario xeral pasado o futuro, necesita un PSdeG fuerte para poder seguir avanzando.

Por eso es tan importante este primer desafío, aportar credibilidad a un eslogan de campaña, algo que solo se conseguirá teniendo la voluntad y la actitud adecuada para hacer aquello que se prometía porque si no, como decía Nietzsche, está considerando adversarios a los suyos propios, y el adversario político del PSdeG no está dentro de su partido, está en las políticas liberales del PP. @mundiario

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