La Corte Suprema falla a favor del veto migratorio de Trump contra los refugiados
El Tribunal ha aprobado la solicitud del Gobierno para eliminar la sentencia de una instancia menor que restringía el veto migratorio impulsado por el presidente, y permitiría la entrada de hasta 24.000 refugiados más a territorio norteamericano.
La Corte Suprema ha dado este martes una nueva victoria a Donald Trump y a su veto migratorio contra los refugiados. El Tribunal ha dado luz verde para que el mandatario continúe impulsando sus políticas de bloqueo temporal contra personas de seis nacionalidades, de mayoría musulmana, aunque estas cuenten con garantías de las agencias de reasentamiento o figuren como familiares cercanos de residentes del país.
La medida echa abajo la sentencia del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, una instancia menor con sede central en San Francisco, California, que pretendía poner freno al veto migratorio aprobado por el mandatario republicano a principio de año y representaba la mayor esperanza para los refugiados, ya que según datos del Departamento de Justicia, habría permitido que hasta 24.000 refugiados más entraran en Estados Unidos.
Sin embargo, con el nuevo dictamen del Supremo, el endurecimiento de la Casa Blanca respecto a la normativa contra los refugiados del mundo, es prácticamente un hecho. Aunque los magistrados tienen programada una audiencia de argumentos para el 10 de octubre, donde se decidirá sobre la legalidad de las restricciones.
Al parecer aún queda por definir si las clausuras del veto impulsado por Trump serán renovadas. Es decir, si la restricción de viaje por 90 días, que vence a finales de septiembre; y la prohibición de ingreso de refugiados por 120 días, que expira un mes después, serán puestas en vigencia una vez más tras la sentencia de la Corte.
La nueva resolución, emitida sin mayores comentarios y por medio de un escueto comunicado de una hoja, sentencia que ahora estará prohibida de forma general la entrada a la nación estadounidense para los abuelos, tíos y otros familiares cercanos de los refugiados, alegando que estos no tienen relación alguna con el país, más allá de la que mantienen con las agencias encargadas de darles asilo.
Las reacciones en torno a la polémica medida no han tardado en aparecer. A juicio de Naureen Shah, directora senior de las campañas de Amnistía Internacional en Estados Unidos, la prohibición a los refugiados es inherentemente cruel. “El Tribunal Supremo ha dado hoy otro golpe devastador a gente vulnerable que estaba a punto de lograr seguridad para ellos y sus familias”, afirmó, añadiendo además que los refugiados siguen siendo “objeto de una violencia y miedo inimaginable mientras sus vidas están en el limbo”.
