21-D: Seis razones para un pronóstico en Cataluña

Banderas de España y de Cataluña.
Banderas de España y de Cataluña.

En términos de bloques, hay motivos para creer que el secesionismo se impondrá de nuevo al frente constitucionalista.

21-D: Seis razones para un pronóstico en Cataluña

Es posible que el 22-D me tenga que comer este artículo sobre una rebanada de pa amb tomàquet. Todo es posible en política y más en los últimos tiempos. Pero me arriesgo en cualquier caso: mi pronóstico es que ERC y JuntsxCat mantendrán sus apoyos de las elecciones anteriores y que el llamado “bloque independentista” conservará su mayoría absoluta en el Parlament. Y que esas previsiones que hablan de Ciutadans como la fuerza más votada no se confirmarán ni de lejos…

Me baso en media docena de factores: el primero, que los sentimientos acumulados en los últimos cinco años no se pueden disipar así como así; y que en elecciones y referéndums, prevalece habitualmente el factor emocional por encima del racional.

Segundo: que la realidad en Cataluña es bifrontal en estos momentos y el frente procesista ha conseguido dar continuidad a su relato de distanciamiento y agravio mientras que el constitucionalista se ha perdido en mensajes inconexos e improvisados con muy escasa capacidad de llegada al votante.  

Tercero: que el PSC no ha sido capaz de atraer los votos huérfanos de la antigua CiU aun tras involucrar a los desheredados de Unió; y ello debido, muy probablemente, a la posición equívoca de sus papis del PSOE.  

Cuarta: que CatComú-Podem tampoco será capaz de atraer votos descontentos de ERC, lo que muy posiblemente marque el declive definitivo de ese experimento efímero que han supuesto las denominadas “confluencias de Podemos”.

Quinto: porque el mensaje contundente de Citadans (o más bien, Ciudadanos) funcionará para atraer a los votantes perezosos en otras convocatorias pero no para convencer a los electores desencantados de un procés que se demostró, cuando menos, una mayúscula demostración de candidez.

Y sexto, creo que el bloque secesionista volverá a ganar porque los otros no han conseguido rentabilizar un factor capital: la economía. Más de 3.000 empresas catalanas han cambiado su sede social lo que supone un movimiento de una gravedad inusitada. Es el primer paso para deslocalizar sus actividades y, con ello, su empleo y toda su generación de riqueza. El procés supone hoy en día un riesgo obvio para el nivel de vida de los catalanes. Y ese factor esencial va a tener un peso menor en las elecciones.

¿Qué decir del PP? Pues lo ya sabido: que la ciudadanía de Cataluña es lo último que les importa y de esos barros, estos lodos…

Ganarán los unos, perderán los otros. Pero nada será igual. Porque la política de bloques y frentes está condenada al fracaso en Cataluña. Ese es otro pronóstico. Y ya voy untando el tomate sobre el pan. @mundiario

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