Pepe y Manolo, un libro para disfrutar

Portada Pepe y Manolo
Portada de Pepe y Manolo.
Pepe y Manolo, un libro para disfrutar

Pepe y Manolo es un libro costumbrista, como casi todo lo que escribe Juan Manuel Díaz Romero, divertido y más que entretenido, sin necesidad de tener conocimientos de la capital malagueña, por donde pasean los dos protagonistas. En pocos capítulos van narrando los dos, sus males, opiniones que en cada día se van intercambiando, ya que el paseo domina la narrativa, que hace de la lectura algo sencillo y dinámico, y que a pesar de la edad son dos personajes en toda regla, del que les dejamos unos párrafos para su entretenimiento, del comienzo del libro:

Sólo son dos compañeros currantes, en edad de “merecer”. Me refiero a merecer descanso, ese descanso tan deseado. Sin reglamentos de horarios sobre el “curro”, con la clásica tos en invierno, o los sudores en verano. Añadiremos a la fisonomía de Manolo, que siempre llevaba prendido al organigrama corporal, su medio cigarrillo, casi apagado. De tabaco marca “Ideales”, clavado en las comisuras de los labios, como si fuera un apéndice más de su deteriorado rostro.

Todo esto en su reciente jubilación, fue relegado a nuevas expectativas por su situación actual de “Jubilado”. Y tras los últimos chequeos de su galeno, fue reducido a otro tipo de actividades, más relajadas a consecuencia del exceso de azúcar en sangre.

El otro “colega”, Pepe. Les diré que impelía con cierta dificultad su deficiencia coronaria. Junto a una fractura por una mala caída en el trabajo, dolencia ésta que le hacía arrastrar su depauperado cuerpo con la ayuda de una muleta.

Ambos se solían ver de pasada por el barrio. Pero una mañana coincidieron en el ambulatorio al ir a buscar las clásicas recetas farmacológicas. Comentaron entre ellos la recomendación estricta de su médico, tanto de los alimentos, así como el encargo de dejar de fumar, junto a la clásica caminata para evitar el sedentarismo. Como los dos eran vecinos del barrio del Perchel, salieron desde el ambulatorio para sus domicilios andando juntos. Hablando entre ellos; que el médico les repetía siempre la “panacea” de que salieran a andar todos los días.

Surgió la idea de Pepe. De salir a andar los dos, todos los días a una hora determinada.

---Ya que además dice el galeno que mejoraremos algo de nuestras “dolamas”. Te propongo Manolo que nos dediquemos en esos paseos al mismo tiempo a conocernos Málaga, con algo más de profundidad. Que aunque nací yo como tú sabes en Ardales, mis padres nunca me trajeron para conocerla. Desde que pude sostenerme de pie, las necesidades eran tantas en mi pueblo, que mis padres me llevaban al campo para la “recogida” (palabra ésta para mi casi prohibitiva), debido a que cada vez que ésta se nombraba en mi casa, yo sabía que era para irse al monte a coger casi de todo; castañas, aceitunas, almendras etc. ¡Manolo créeme!, con esa edad yo cogía hasta piedras. Recuerdo una vez que tuvimos que hacer toda la familia una especie de vallado circular con piedras, en el pie de una higuera, ya que las aguas de lluvia de los días anteriores habían dejado las raíces al descubierto.  

Yo en el campo hice casi de todo, de porquero, hasta escardar en los sembrados ajenos. Puesto que mis padres no tenían tierras, también estuve un tiempo con una piara de cabras. Y la economía en mi casa, erre que erre, no cambiaba en nada."

Presentación del libro Pepe y Manolo

Tertulia literaria.

La Editorial Arriarán 2015 fue fundada en el 2014 como apoyo a los escritores malagueños, haciendo un guiño a uno de los pasajes del Quijote donde se menciona la Isla de Arriarán, Isla que no era Isla, ni lo fue nunca, dentro de nuestra capital malagueña, ubicada donde hoy en día sería la zona de Tomás Heredia, barrio de El Soho, dando al mar, lugar por aquellos años poco recomendable.

Juan Manuel Díaz en Oscua

Un escritor autodidacta, que ha hecho de la escritura su hobby.

Por su parte Juan Manuel Díaz Romero, el escritor, es natural de Úbeda (Jaén) malagueño de chupete, como él mismo dice a mucha honra. Ha tenido numerosas colaboraciones literarias: quince años con la Revista Solera, mensualmente con El Avisador Malagueño, publicación dependiente de Acamar. Con la revista La Choza, impresa por la Diputación de Málaga, la revista cultural Raíces y Horizontes de Alhaurín de la Torre. La revista Cultural de Coín, Valle del Guadalhorce, etc… Y libros publicados con gran éxito como: Un Bello Amanecer, de 2008; Cinco Golondrinas, de  2010; Anécdotas de una Vida, de 1998; Las Tribulaciones de un Muerto, de 2011; Recuerdos de Málaga; El Trampero, de 1997, y Mandeeee, editado por Arriarán en 2015, También otros libros terminados y publicados por capítulos en las diferentes revistas, como: Historia detallada de los barrios de Málaga, Oficios de Subsistencia, La Málaga de Ayer y Litoral desde La Araña hasta el Parque. @mundiario

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