Cómo vivir con calidad 120 años

Portada del libro Cómo vivir con calidad 120 años, de Guillermo Taboada. / Mundiediciones
Portada del libro Cómo vivir con calidad 120 años, de Guillermo Taboada. / Mundiediciones
Un libro sintético y práctico que nos permite comprender que el tiempo disfrutado es el único y verdadero tiempo vivido.
Cómo vivir con calidad 120 años

Publicar un libro siempre es una satisfacción personal grande, en este caso mucho mayor, ya que es mi tercera publicación. Después de Pasioning, un sencillo método de desarrollo personal y Marca Personal, el poder del networking; Cómo vivir con calidad 120 años me ha aportado una reflexión profunda sobre todos los conocimientos adquiridos hasta aquí, y, sobre todo, me ha vuelto a recordar la inmensidad de conocimiento que todavía me falta por adquirir, eso sí, para ello tengo todavía ¡60 años por vivir!

En este fantástico mundo que nos ha tocado vivir en el que conviven tres revoluciones a la vez (económica, tecnológica y ecológica), donde podemos compartir conocimiento con cualquier persona del mundo, flipar con la realidad virtual e inmersiva, gestionar datos sin pantallas con la realidad aumentada, vivir en el metaverso…tu autogestión del tiempo es la clave para disfrutar de estas inmensas oportunidades con satisfacción, bienestar, equilibrio y salud.

Siempre me ha acompañado un inquebrantable afán por la utilización óptima del tiempo para poder abordar las oportunidades que se me han ido presentando y a la vez poder disponer del suficiente espacio de calidad para mi familia y amigos. Ello me ha permitido desempeñar los tres roles profesionales más importantes, funcionario del estado, directivo empresarial y empresario, a través de la creación de un hábito donde la productividad, o la efectividad, para ser más precisos, marca mi quehacer profesional.

¡Cuántas cosas han surgido de la pandemia ocasionada por la covid-19! Se habla de un gran adelanto en la evolución de la tecnología como principal factor, sin embargo, para mí la conclusión más importante de esta revolución ecológica ha sido la necesidad de poner a las personas en el centro de la sociedad para que mejoren el entorno en el que vivimos y enfoquen a una vida de calidad. Es en ese espacio donde hemos querido posicionar el libro y aportar nuestro granito de arena.

Date tiempo, es uno de los mejores consejos que te puedo dar y recuerda que los avances biotecnológicos son capaces de añadir hasta 60 años de salud a tu existencia, haciendo que los 100 años sean los nuevos 60.

Es un libro con un marcado carácter sintético y práctico que siempre me acompaña, solo publicado en formato digital para ser coherente con el 12 Objetivo de Desarrollo Sostenible y escrito con el convencimiento de que voy a vivir 120 años. Además, me ha ayudado, mientras lo escribía, a crear el proyecto Ecosistemas Biónicos innovadores, que ha dado origen a la plataforma MetaAtlántica de RMA y al metaverso del Interim Management y del talento senior que considero serán extraordinarias plataformas para reforzar la sociedad civil, tan necesitada actualmente de pensamiento crítico.

He tenido la fortuna de contar como prologuista con mi amigo Miguel Silva, extraordinaria persona y profesional con una larga trayectoria empresarial a sus espaldas. Hoy es el CEO & Co-Founder at AllRead Machine Learning Technologies, una empresa de éxito.

Tempus fugit y no solo vuela, sino que representa la cuarta dimensión del universo, aquella que reformuló Albert Einstein y Salvador Dalí plasmó perfectamente en la obra maestra del surrealismo, La persistencia de la memoria. Miguel Silva

¿Qué es el tiempo? 

Comparto un fragmento del hermoso cuento El Buscador, de Jorge Bucay que utilizaba en mi libro Pasioning y explica el concepto con claridad, espero que os guste.

“Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención.

Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción… “Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía “Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que lo contactó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido apenas sobrepasaba 11 años.

Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

– No, ningún familiar – dijo el buscador -. ¿Qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado…, a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, el placer maravilloso de la primera noche, ¿cuánto duró?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?… ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo?… ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?..., ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.”

El hombre que se atreve a perder una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida. Charles Darwin.

¿Por qué es tan importante la gestión del tiempo?

El tiempo es un recurso valioso y escaso que no es oro, sino vida, y que todas las personas quieren optimizarlo al máximo. A través de las leyes y principios que hemos recopilado en el libro, podemos aprender desde la sabiduría de maestros a gestionarlo de manera más efectiva y significativa. Además, en el libro también abordamos el tema de los "ladrones del tiempo", es decir, aquellas actividades o hábitos que nos impiden aprovechar al máximo nuestro día a día. Al identificarlos y eliminarlos de nuestra vida, podemos generar un mayor espacio para las cosas que realmente nos importan.

Cambiar nuestra mentalidad, utilizar metodologías en los procesos que realizamos, conocer como la neuroefectividad nos transforma y contemplar el transhumanismo para conocer el estado del arte vital, son algunas de las cuestiones que propone el libro para mejorar tu visión del mundo e interpretarla de una forma diferente. El libro se complementa con herramientas digitales, recomendaciones y libros propuestos que te ayudarán a llevar a la práctica el conocimiento que nos aportan las leyes y los principios del tiempo.

Las personas corrientes —afirmó el filósofo alemán Arthur Schopenhauer— buscan como pasar el tiempo, las personas de talento como utilizarlo.

¿Qué beneficios me aporta el libro Vivir con calidad 120 años?

El principal objetivo que persigue el libro es provocar en el lector una reflexión profunda y transmitirle energía positiva para afrontar los increíbles retos que nos ha propuesto el siglo XXI.

Enfocar en el concepto de autogestión del tiempo para poder levantar la cabeza del saturado día a día, ser conscientes de la importancia del cambio de mentalidad para adaptarnos a una nueva era, la definición de un propósito claro, la prolongación de la esperanza de vida y el cambio de paradigma que supone vivirla con calidad; en definitiva, aprender a desaprender cada día para que nuestras vidas sean más fructíferas.

También te aporta ideas, experiencias, reflexiones, herramientas y observaciones, para que su lectura te haga soñar, desafiar tus límites, escapar de los prejuicios adquiridos para que puedas desarrollar de forma feliz tu vida y adaptarte a este mundo fluido, hiperconectado y endiabladamente veloz, donde tu tiempo cobra cada vez un mayor sentido, y utilizarlo bien, se ha convertido en un factor determinante.

Y si además cada uno de nosotros, cuando nos levantamos por la mañana, devolvemos a la sociedad parte del tiempo, de la energía, de la alegría y del dinero que nos confían, estaremos en la línea adecuada para vivir con calidad y plenitud, porque la generosidad y la colaboración son aspectos claves del siglo XXI.

Para vivir plenamente, encuentra esa actividad que te hace vibrar, que te apasiona, dedícate en cuerpo y alma a practicarla, conviértete en un experto, nunca dejes de aprender y luego comparte este don con el resto de los seres que te rodea. Eduardo Punset.

Nuestros días, nuestras horas, los minutos, los segundos…son el más valioso activo que tenemos. Cuidémoslo y usémoslo con sabiduría, teniendo claridad cristalina sobre nuestro propósito y sobre las prioridades y objetivos más importantes. @mundiario

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