Biden y el legado de Trump, una analogía sobre la situación actual de EE UU

Andrés Hernández Alende junto a su libro Biden y el legado de Trump. / Mundiario
Andrés Hernández Alende junto a su libro Biden y el legado de Trump. / Autor.
Andrés Hernández Alende, autor del libro editado por Mundiediciones, ofrece una reveladora entrevista sobre cuestiones que ya destaca en su obra editada en 2021.
Biden y el legado de Trump, una analogía sobre la situación actual de EE UU

En 2021 el autor Andrés Hernández Alende, presentó el libro Biden y el legado de Trump, una obra editada por Mundiediciones donde repasa no solo la gestión del explosivo ex presidente Donald Trump, sino también el futuro que le espera a su sucesor Joe Biden tras las gestiones realizadas por el republicano donde EE UU abandonó su participación en la cumbre por el cambio climático o gestionó una política más permisiva con países enemigos de toda la vida como Corea del Norte o Rusia.

Ha pasado apenas un año y poco más desde que Biden tomó el poder y aún hace frente a las acusaciones de los seguidores de Trump sobre supuesto fraude en las elecciones, pero también se ha visto obligado a hacer frente a la inflación y la cultura 'woke' que cada vez exige más. Hernández Alende conversa un poco sobre las elecciones de 'medio tiempo' para elegir a más de 400 representantes para el Congreso estadounidenses, las mismas que dejaron clara la profunda división que existe en EE UU, un país que verá unas próximas elecciones den 2024 y con un Donald Trump dispuesto a regresar a la Casa Blanca.

- La situación política en EE UU ha llegado a un punto complejo y de extrema polarización. ¿Consideras que Joe Biden es el líder que requiere este país para unificar a los estadounidenses?

- En efecto, la situación política en Estados Unidos está extremadamente polarizada y requiere un líder que alivie las tensiones. El presidente Biden ha manifestado repetidamente su disposición a trabajar con todas las partes. Es un líder con una vasta experiencia en la política: fue elegido al Senado por el estado de Delaware en 1972, cuando tenía 29 años, y sirvió como senador durante 36 años, antes de ser el vicepresidente de Barack Obama de 2009 a 2017. Sin embargo, Biden no tiene el mismo carisma que derrochó Obama y hay varios factores que conspiran en su intento de unir a los estadounidenses: su edad (tiene 79 años, y sus oponentes, encabezados por el ex presidente Donald Trump, lo tildan de senil), el trastorno en la economía causado por la inflación, y la firme creencia de la mayoría de los republicanos de que Trump perdió porque en la elección de 2020 hubo un fraude descomunal. No hubo tal fraude, como las autoridades electorales –incluso varios funcionarios republicanos– atestiguaron, pero muchos estadounidenses están fanatizados con la figura de Trump y están dispuestos a creerse cualquier mentira. Para superar la extrema polarización política que impera actualmente en Estados Unidos se necesita un líder muy carismático que logre poner a la nación por encima de las divisiones partidistas, alguien como Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy, Ronald Reagan o Bill Clinton, y Biden no tiene ese carisma.

- Podría decirse que los demócratas han sido castigados en las últimas elecciones de ‘medio tiempo’ debido al impacto de la inflación y otras cuestiones sociales. ¿Cómo ves el futuro del Gobierno de Biden con una división tan notoria en el Congreso?

- En realidad los demócratas no sufrieron un castigo demoledor en las elecciones de medio término, porque contra lo que muchos esperaban, la “ola roja” (el rojo es el color emblemático del Partido Republicano) no se produjo. El Senado quedó en manos demócratas, aunque por un margen estrecho, y el control de la Cámara de Representantes aún no se ha definido (al momento en que se publica esta entrevista, la Cámara de Representantes quedó en manos de los republicanos). Eso sí: el Congreso está muy dividido, y a eso hay que agregar que el Tribunal Supremo tiene una mayoría conservadora. Los republicanos van a sabotear cualquier plan de Biden y no van a escuchar sus llamamientos a la concordia y su disposición a llegar a acuerdos con sus rivales. A Biden le va a ser muy difícil llevar a buen término proyectos como la cancelación de la deuda de los estudiantes universitarios, que es enorme. La reforma migratoria –una medida muy necesaria para dar una respuesta humanitaria al dilema de los inmigrantes que entran sin papeles y que son explotados en trabajos que los estadounidenses no quieren realizar– probablemente tampoco se logre.

- En las elecciones de ‘medio tiempo’, un republicano que ha salido victorioso ha sido Ron DeSantis, gobernador de Florida. ¿Crees que es una mejor opción que Trump?

- Hasta ahora Trump es el favorito de los republicanos para la elección de 2024. Pero su popularidad ha mermado por las investigaciones federales en su contra, y porque importantes candidatos que apoyó en la elección de medio tiempo perdieron. Entretanto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se ha anotado puntos con los conservadores. Tiene experiencia en la política, maneja una propaganda electoral eficiente, muchas veces basada en mentiras, y es mucho más joven que Trump. Pero DeSantis es un extremista que está en contra de los derechos de las minorías y de los inmigrantes. En un desafío al gobierno federal, tuvo la audacia de usar fondos públicos para enviar inmigrantes venezolanos de Texas a Massachusetts, para “castigar” a ese estado de tendencia liberal. Y logró que en Florida se prohíba la educación sobre orientación sexual e identidad de género, y también la teoría crítica de la raza, que sostiene que el racismo en la sociedad norteamericana es una consecuencia de la esclavitud. Repite constantemente que Florida es un estado donde la libertad prevalece, y se vanagloria de haber implementado pocas restricciones durante la pandemia del coronavirus. Pero se le olvida convenientemente revisar las estadísticas y comprobar que, por ejemplo, solo en el condado floridano de Miami-Dade ha habido más muertes por covid-19 que en toda China. De todos modos, los floridanos reeligieron a DeSantis, y muchos republicanos –tanto del estado como de otros estados– lo van a apoyar en la elección presidencial de 2024.

Portada del libro Biden y el legado de Trump. / Mundiediciones
Portada del libro Biden y el legado de Trump. / Mundiediciones

- Con 80 años, Joe Biden es el presidente de mayor edad que ha pasado por la Casa Blanca. En 2024 tendrá casi 82 años y no ha descartado presentarse a las elecciones. ¿Ves factible esta probabilidad?

- La edad es uno de los factores que conspira contra la reelección de Biden, a pesar de que muchas personas tienen una vida activa y un pensamiento lúcido a una edad avanzada, incluso pasados los 90. Biden no ha dado muestras de senilidad ni de debilidad física, pero sus oponentes no cesan de afirmar lo contrario. Creo que podría postularse perfectamente para un segundo período en la Casa Blanca, aunque su edad le quitaría votantes.

- De no presentarse Biden, ¿a cuál candidato demócrata ves en la contienda de 2024?

- Hay varios candidatos que podrían hacer un buen papel en esa contienda. Está, en primer lugar, la vicepresidenta Kamala Harris, una abogada brillante que fue secretaria de Justicia de California y senadora en Washington antes de convertirse en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia. También se destacan el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, dedicado a mejorar la infraestructura del país, y el gobernador de California, Gavin Newsom, que mantiene una agenda progresista y ha criticado a DeSantis y la cultura conservadora en Florida y Texas, entre otros estados.

- Biden y el legado de Trump fue publicado en 2021. Ahora que ha pasado un tiempo desde la llegada de Biden al poder, ¿cómo crees que han afectado las políticas que implementó Trump al actual Gobierno?

- El legado más nocivo que Trump le dejó a Biden es la grave polarización política nacional. Trump sigue sosteniendo que le robaron el triunfo en la elección de 2020, y esa mentira causó la invasión del Capitolio de Washington por una turba de sus seguidores el 6 de enero de 2021, actos de violencia electoral, intimidación de votantes e incluso la amenaza latente de una nueva insurrección. Además, no bien entró en la Casa Blanca, Biden tuvo que aprobar medidas urgentes para contener la epidemia del coronavirus, a la que Trump había restado importancia inicialmente y luego había manejado mal, lo cual causó que Estados Unidos haya tenido la mayor cantidad de muertes por covid-19 en todo el mundo. Biden también tuvo que reanudar la batalla contra el cambio climático, entre otras cosas regresando al Acuerdo de París, del cual Trump había sacado a la nación, y derogar medidas racistas o discriminatorias, como la prohibición de entrada a Estados Unidos de personas de siete países musulmanes, y el rechazo a las personas transgénero que deseaban incorporarse a las fuerzas armadas. Trump también desdeñó a aliados tradicionales como la Unión Europea y a vecinos como México, con la humillante orden de levantar un muro en la frontera para detener la inmigración, y Biden ha tenido que dedicarse a reparar esos errores. Asimismo, las políticas implementadas por Trump y los republicanos en beneficio de la clase acaudalada, a la que Trump pertenece, aumentó a niveles escandalosos la diferencia entre el uno por ciento más rico y el resto de la población. Trump dejó un legado de racismo y xenofobia, una epidemia mal enfrentada, y un país más desigual, crispado y dividido en posiciones políticas irreconciliables.

- ¿Crees factible que Donald Trump consiga convencer al electorado para las elecciones presidenciales del 2024?

- El 70 por ciento de los republicanos ven favorablemente a Trump, mientras el 55 por ciento de los adultos norteamericanos no lo ven así. A pesar de que incitó a sus seguidores a tomar el Capitolio, a pesar de las pesquisas federales en su contra por la sustracción de documentos secretos de la Casa Blanca al terminar su mandato, no se sabe con qué propósito, y por la invasión del Capitolio, Trump sigue siendo el favorito como candidato republicano. Quizá tenía razón cuando en su primera campaña presidencial se jactó que podría dispararle a alguien en la Quinta Avenida de Nueva York y no perdería votos.

- EE UU es una nación de continuo debate. ¿Crees los estadounidenses superarán este momento de polarización que viven?

- Biden ha dicho que está librando una batalla por el alma de la nación, que la nación debe unirse y sanar después de la presidencia de Trump. Pero hasta ahora no ha avanzado mucho en esa dirección. Los estadounidenses están muy divididos, básicamente en dos campos diametralmente opuestos. Uno, el integrado por los conservadores, en el cual se incluyen casi todos los ricos y, paradójicamente, una parte numerosa de la clase trabajadora. Este grupo no quiere cambiar el statu quo ni un centímetro, porque piensa que su modo de vida está en peligro en momentos en que la hegemonía mundial de Estados Unidos es cuestionada y la mayor parte de la juventud norteamericana está más a favor del socialismo que del capitalismo. El otro campo, el progresista, quiere cambios radicales en la distribución de la riqueza, en la atención de la salud, en la educación y en la vivienda, apoya una reforma migratoria humanitaria, exige medidas salvadoras frente al cambio climático, y se opone al militarismo, al nacionalismo extremo, a la discriminación y al racismo sistémico. La política en Estados Unidos se debate entre estos dos grupos, y es muy difícil llegar a acuerdos con posiciones tan opuestas, con tanto lavado de cerebro en los medios a favor de posturas conservadoras y con un individualismo tan arraigado, que antepone el bienestar personal al colectivo, y que divide a la sociedad en “triunfadores” y “perdedores”. Ante este panorama, no veo fácil que se supere la división a corto plazo. @mundiario

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