31 relatos de amor y terror: una mirada íntima a la filofobia

Arturo Taboada manifiesta que el amor existe en muchas formas distintas. / MUNDIARIO
Arturo Taboada manifiesta que el amor existe en muchas formas distintas. / MUNDIARIO

El escritor Arturo Taboada deja entrever su amor por la historia de los países que visita, además de ofrecer algunos consejos para jóvenes interesados en la literatura.

31 relatos de amor y terror: una mirada íntima a la filofobia

En exclusiva, MUNDIARIO tuvo la oportunidad de entrevistar al arquitecto y escritor Arturo Franco Taboada, creador de la obra 31 relatos de amor y terror, una edición de Mundiediciones, un compilado de las ciudades y países que ha visitado, con una perspectiva centrada en las alegrías e infortunios del amor.

Sabemos que 31 relatos de amor y terror fue escrito y también publicado durante la etapa de la pandemia. Sin embargo, este tema realmente nunca se tocó en el libro, ya que es "un viaje en el tiempo" en diferentes países. ¿En algún momento se le ocurrió adaptar el miedo o la soledad que el confinamiento representó para un gran número de personas en el mundo?

- Si, vamos a ver. Creo que la pandemia nos ha enseñado muchas cosas, a intentar estar solos más tiempo de lo que estábamos acostumbrados. Creo que ha cogido a todo el mundo de improviso. Es una de las historias más inexplicables, al menos que yo a lo largo de mi vida, he tenido que vivir. Pero si, alguna vez me lo han preguntado.

Al respecto, ¿qué recursos considera que pueden ayudar a eliminar, por ejemplo, la ansiedad o la depresión, que son algunos de los factores que han influido en mucha gente a raíz de la pandemia por covid-19? 

- Tengo un amigo que es médico, que sí que tiene que recetar muchísimos ansiolíticos a la gente después de la pandemia, ¿no? Yo creo que, por ejemplo, escribir, aunque no lo hayas hecho nunca, siempre estás a tiempo de intentar revolver dentro de tu cerebro y de tus neuronas, porque momentos como ese de soledad, que estás tú encerrado, te ayuda a evadirte, a salir, a viajar por otros mundos, como es el caso. Recorre recuperando asuntos de la memoria que habías olvidado en el almacén del cerebro.

¿Hay alguna recomendación que le haría a algún joven que quiere incursionar en el mundo de la escritura?

- Sí. Bueno, yo le daría un consejo que aprendí de un gran escritor de origen gallego, de la tierra donde yo nací, que era un periodista que se llamaba Julio Camba. Fundamentalmente, creo yo creo que un artículo se parece bastante a un relato, es un poquito más corto. Y decía que con un artículo se debe tener una idea o dos como mucho. Entonces yo creo que si tienes una idea y es interesante, porque no siempre te vienen ideas que se puedan convertir en un pequeño relato, deberías de empezar a intentar construirla y yo creo que te sorprenderán las cosas que pueden salir de tu cabeza una vez que te pones a escribir. 

Precisamente en esta cuestión del ingenio que cada quien debe tener y retomando principalmente su libro, ¿en su momento le sorprendió que fueran diversos los periodistas que le cuestionaron el por qué combinar los conceptos de amor y terror? Ya que aparentemente son dos aspectos muy alejados.

- Sí, bueno, no hay tanta distancia entre esos dos sentimientos, porque cualquiera que haya tenido un amor importante o enamoramiento que le haya incluso hecho sentir una paz, un placer, una felicidad entre comillas, y haya perdido ese amor, se da cuenta  de  cuán fácil es pasar una situación a la otra. En una situación en la que todo es maravilloso aparentemente (la situación del enamoramiento) y luego la caída en el abismo más irrecuperable que te puedes imaginar, sin ánimos de salir adelante con una apatía, una depresión o cosas peores, como le ha ocurrido a alguna gente. 

Un escritor español que se llamó Francisco de Quevedo del siglo de oro, decía en pocas palabras que el amor "es un viento abrasador o un fuego helado". Por lo tanto, en estas cosas del amor hay que estar preparado, porque obviamente hay que arriesgarse, si no, no lo puedes entender, ni vivir, ni sentir. 

Al respecto, este libro originalmente fue publicado previo al Día de San Valentín, ¿se le hace curioso que esta entrevista se lleve a cabo en la época del Día de Todos los Santos o Día de Muertos, como se le conoce en México? Porque precisamente muchas de estas cuestiones de la ansiedad, del terror al amor, están relacionadas a la muerte, a perder a ese ser amado.

- Si, bueno, es que el amor yo creo que es de las pocas cosas tan misteriosas que cuando es de verdad y te arraiga de una forma rotunda, como algunos ejemplos de la historia, van más allá de la muerte. Por lo tanto, no es raro que coincida esta fecha como dices, ¿no? Cuando a mí me preguntaban por el día de San Valentín, que es mucho más frívola la cuestión, pues decía "es que no hay que enamorarse, sólo en febrero" se puede enamorar cuando sea.

Usted mencionó hace un par de años que "el amor no conoce de géneros". Sin embargo, quisiera preguntarle ¿cuál es su perspectiva de la comunidad LGBT respecto a este tema del amor y el desamor?. Más porque uno de los países que el libro menciona es Turquía, donde sabemos que existe gran intolerancia respecto a la diversidad sexual.

- Sí, te puedo decir que yo creo que tenemos que ser muy respetuosos con respecto a las diferencias de género y hay que aceptarlas, porque eso ha ocurrido siempre a lo largo de toda la historia; lo que ocurre es que ahora se manifiesta de una forma más rotunda, afortunadamente, porque eso indica que la libertad es mayor en algunos países, quizá no en ese que describes. Y yo cuando digo que el amor no tiene distinción de géneros, yo te remitiría al banquete de Platón, donde describe la diferencia amor de hombre a hombre, de hombre a mujer, y de mujer a mujer; y la gradúa con sus diferencias, pero es amor en los tres casos ¿por qué no se pueden enamorar entre ellos? Es que eso afortunadamente no es igual para todos, ni todos tenemos el mismo lado de la cara, existe una cantidad de variaciones y por lo tanto también en el sexo.

Portada del libro 31 relatos de amor y terror. / Mundiediciones
Portada del libro 31 relatos de amor y terror. / Mundiediciones

Y haciendo alarde a los países que usted retrata en el libro ¿Considera que el país como tal puede volverse el protagonista mismo de la historia? y ¿cuál es la dificultad de lograr transmitir esto a la gente?

- Yo te confieso que he tenido que luchar siempre contra un aspecto de mi persona, por mi profesión de la arquitectura, y cuando empiezo a interesarme por las ciudades, veo que son el espejo de sus ciudadanos. Entonces yo la recomendación que hago cuando viajo, es que cuando llegas a las ciudades hay que ir a la parte histórica porque ahí es donde está el alma de la ciudad. Las ciudades en sus extrarradios y en las periferias ya se parecen en todos los lados del mundo, ya no tienen esa magia, lo que los latinos le llamaban el genius loci, el genio del lugar.

Yo hablo, por ejemplo de un viaje que hice a Italia y fui a la ciudad de Sansepolcro en Italia, esta ciudad se hizo famosa porque Aldous Huxley, un escritor que dijo que antes de la Guerra Mundial había un cuadro allí que era la pintura más bella del mundo, que era la resurrección de Piero della Francesca. Y luego de encontrarlo, la metrópoli se convirtió en toda una sensación.

Ya para finalizar, me gustaría preguntarle ¿cuál es para usted la historia del libro que es capaz de conmover al lector?

- Bueno, yo no sé si este libro consigue eso, sería estupendo que alguien diga que le ha llegado a lo más profundo, eso ya sería para mí muy rentable; muchas veces intentas tocar esos aspectos líricos o poéticos que existen en la vida, pero no es fácil, sobre todo cuando hablas de estos temas que afectan tanto a los sentimientos. @mundiario

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