Subidas de tipos en EE UU y en la eurozona

Christine Lagarde, presidenta del BCE. / Mundiario.
Christine Lagarde, presidenta del BCE. / Mundiario
La institución que preside Christine Lagarde sigue la estela de la Reserva Federal y suaviza las subidas de tipos al aprobar un incremento del precio del dinero de 0,25 puntos.
Subidas de tipos en EE UU y en la eurozona

El Banco Central Europeo (BCE) suavizó este jueves las subidas de tipos con un aumento de 0,25 puntos, hasta el 3,75%. La autoridad monetaria del euro dejó el precio del dinero a su mayor nivel desde el estallido de la crisis de 2008. Por su parte, la Reserva Federal de EE UU (Fed) elevó de nuevo los tipos de interés, hasta situarlos en el 5,25%, el nivel más alto desde 2007, si bien apuntó al fin del ciclo de subidas. El banco central estadounidense encareció el precio del dinero cinco puntos con 10 ascensos consecutivos en poco más de un año.

El BCE ya había subido los tipos de interés medio punto a mediados de marzo, fecha en la que también avisó de que estaba “preparado” para inyectar liquidez a la banca. El BCE elevó entonces el precio del dinero hasta el 3,5% sin concretar futuros aumentos. El que ha llegado este jueves fue el mencionado de 0,25 puntos.

“El comité seguirá de cerca la información que reciba y evaluará sus implicaciones para la política monetaria. A la hora de determinar en qué medida puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política para devolver la inflación al 2% con el tiempo, el comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, los retardos con los que la política monetaria afecta a la actividad económica y a la inflación, y la evolución económica y financiera”, dice el comunicado de la Reserva Federal de EE UU. “Las anteriores subidas de los tipos se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y monetarias de la zona del euro, mientras que los desfases y la intensidad de la trasmisión a la economía real siguen siendo inciertos”, sostiene el BCE en su comunicado.

La subida del banco central que preside Jerome Powell es la décima consecutiva en otras tantas reuniones desde marzo del año pasado. Los tipos de interés subieron cinco puntos porcentuales en poco más de un año desde el nivel cercano a cero en que estaba por la pandemia. A la primera subida de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales) le siguió otra de 50, cuatro consecutivas de 75 puntos básicos, una más de 50 y dos de 25 más la de este miércoles.

La política monetaria es una herramienta fundamental que utilizan los bancos centrales para mantener el control sobre la economía. Una de las herramientas más importantes que tienen a su disposición es la capacidad de subir o bajar los tipos de interés. Los tipos de interés son el precio que se cobra por el uso del dinero y pueden tener un impacto significativo en el crecimiento económico, la inflación y el empleo.

La inflación, en el punto de mira

Tanto el BCE como la Fed aumentaron gradualmente los tipos de interés, lo cual genera debate y controversia sobre si estas medidas son apropiadas y si tendrán un impacto positivo en la economía. Una de las principales razones por las que los bancos centrales aumentan los tipos de interés es para controlar la inflación. Si la inflación está aumentando demasiado rápido, el banco central puede subir los tipos de interés para reducir la cantidad de dinero en circulación y, por lo tanto, reducir la inflación. Otra razón para subir los tipos de interés es para prevenir el sobreendeudamiento.

Al subir los tipos de interés, se vuelve más caro pedir prestado, lo que desincentiva el sobreendeudamiento y reduce el riesgo de crisis financieras. Además, los tipos de interés pueden tener un impacto en la moneda. Si los tipos de interés son más altos, la moneda se vuelve más atractiva para los inversores, lo que puede llevar a una apreciación de la moneda. Por otro lado, si los tipos de interés son más bajos, la moneda se vuelve menos atractiva y puede depreciarse.

En última instancia, la subida de los tipos de interés puede tener un impacto en la economía en general. Puede ralentizar el crecimiento económico y aumentar el desempleo, pero también puede reducir el riesgo de inflación y crisis financieras a largo plazo. Es importante recordar que los bancos centrales tienen que encontrar un equilibrio entre estas diferentes consideraciones y tomar decisiones que sean beneficiosas para la economía en su conjunto. @mundiario

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