La conservación de la biodiversidad

Biodiversidad. / Alain Audet en Pixabay
Biodiversidad. / Alain Audet en Pixabay
Ecologistas en Acción insta a las formaciones políticas a aplicar el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
La conservación de la biodiversidad

Ecologistas en Acción exige a las diferentes formaciones políticas un compromiso con la conservación de la diversidad biológica, asumiendo la puesta en marcha en las administraciones locales, autonómicas y estatales de medidas efectivas para frenar la pérdida de biodiversidad y así cumplir los compromisos internacionales asumidos por España. Lo hace ante las inminentes elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y las elecciones generales que se celebrarán a finales de este año.

En diciembre de 2022, durante la décimo quinta reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, de la que España forma parte, se aprobó el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Este acuerdo incluye la Visión para 2050 de Vivir en armonía con la naturaleza, cuatro objetivos a largo plazo (2050) centrados en la conservación y en el uso sostenible de la biodiversidad, en el acceso a los recursos genéticos de la biodiversidad y al reparto justo y equitativo de los beneficios que generen, y en la financiación de todas las medidas necesarias en favor de la biodiversidad, así como 23 metas orientadas a la acción para adoptar medidas urgentes en el decenio hasta 2030. Además, España debe aplicar la Estrategia de la Unión Europea sobre biodiversidad 2030 Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas, adoptada por la Comisión Europea en mayo de 2020. Para cumplir con estos acuerdos internacionales, Ecologistas en Acción considera esencial que las diferentes formaciones políticas que se presentan a las elecciones locales, autonómicas y generales se comprometan públicamente con la conservación de la biodiversidad.

Las personas dependen de la naturaleza, por lo que las consecuencias de la pérdida de biodiversidad son de enorme gravedad. Aproximadamente 44 billones de dólares, es decir, más de la mitad del PIB mundial, dependen moderada o altamente de la naturaleza y sus servicios. La pérdida de biodiversidad ya está comprometiendo la economía global. Más de la mitad de los alimentos del mundo sufren pérdidas anuales de hasta el 16 % de la producción total (valorada en 96.000 millones USD) provocadas por especies invasoras. Asimismo, la FAO estima que la producción agrícola mundial que depende directamente de los polinizadores está entre 235.000 y 577.000 millones de dólares al año. El 76 % de la producción alimentaria en Europa depende de la polinización realizada por las diferentes especies de abejas. El alarmante declive en las poblaciones de insectos pone en riesgo el sistema alimentario, ya que se estima que el 40 % de las especies de insectos polinizadores se hallan en peligro de extinción como consecuencia de las actividades humanas. Según lo establecido en la Estrategia De la granja a la mesa, se deben tomar medidas para reducir en un 50 % el uso global de plaguicidas químicos –y el riesgo que plantean– antes de 2030 y en otro 50 % el uso de plaguicidas más peligrosos también antes de ese año. Ecologistas en Acción defiende la necesidad de incrementar la ambición de este compromiso, en línea con la Iniciativa Ciudadana Europea que ha recibido el apoyo de más de un millón de personas.

Ecologistas en Acción destaca la importancia de que el Estado español cumpla la Meta 14 del Marco Global, que exige “lograr la integración plena de la diversidad biológica y sus múltiples valores en las políticas, la reglamentación, los procesos de planificación y de desarrollo (...) en todos los niveles de gobierno y todos los sectores, en particular aquellos que provocan efectos significativos en la diversidad”. El alarmante estado de degradación de los humedales españoles, siendo el Parque Nacional de Doñana el ejemplo más significativo, subraya la necesidad de incorporar la conservación de la biodiversidad en el centro de todas las políticas sectoriales, como la gestión del agua o la agricultura.

Medidas complementarias

Este oportuno pronunciamiento de Ecologistas en Acción puede aprovecharse también, por parte de las administraciones públicas, para adoptar medidas complementarias a la hora de preservar el equilibrio ecológico, ya que el cambio climático está alterando los ecosistemas de todo el mundo, amenazando la supervivencia de muchas especies. Reducir las emisiones de CO₂ es fundamental para preservar la biodiversidad y mantener el equilibrio ecológico en el planeta.

También lo es proteger la salud humana, pues las consecuencias del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y la intensificación de eventos extremos, tienen un impacto directo en la salud de millones de personas. Reducir las emisiones de CO₂ ayudaría a mitigar estos efectos y proteger la salud de las personas.

Otra medida necesaria pasa por impulsar la transición hacia energías renovables. La reducción de las emisiones de CO₂ implica un cambio en la forma en que se produce y se utiliza la energía. Al invertir en fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, no solo se reducen las emisiones, sino que también se fomenta el desarrollo de tecnologías más limpias y sostenibles.

Se trata, en definitiva, de crear oportunidades económicas, teniendo en cuenta que la transición hacia una economía baja en carbono puede generar nuevas oportunidades económicas. La inversión en energías renovables, eficiencia energética y tecnologías limpias puede impulsar el crecimiento económico, crear empleos verdes y fomentar la innovación.

Acciones para afrontar el cambio climático

Para abordar el cambio climático y reducir las emisiones de CO₂, se requiere una acción conjunta a nivel global. Hay medidas clave que pueden marcar la diferencia:

- Reducción de emisiones en los sectores clave: Los gobiernos, las empresas y los individuos deben trabajar juntos para reducir las emisiones en sectores clave como la energía, el transporte y la agricultura. Esto implica adoptar prácticas más eficientes, promover el uso de energías renovables y fomentar la agricultura sostenible.

- Políticas y acuerdos internacionales: Los gobiernos deben implementar políticas sólidas que promuevan la reducción de emisiones y fomenten la transición hacia una economía baja en carbono. Además, los acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, desempeñan un papel fundamental al establecer metas y compromisos para limitar el calentamiento global.

- Educación y sensibilización: La educación y la sensibilización sobre el cambio climático son fundamentales para promover un cambio de actitud y comportamiento. Es importante que las personas comprendan la importancia de reducir las emisiones de CO₂ y adoptar prácticas más sostenibles en su vida diaria.

- Investigación y desarrollo: La inversión en investigación y desarrollo de tecnologías limpias y soluciones innovadoras es crucial para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono, por lo que se deben fomentar la investigación científica, la colaboración entre sectores y la inversión en tecnologías climáticamente inteligentes. @mundiario

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