Producir más y mejor sería la solución al paro y a los bajos ingresos en un país con déficit

Un laberinto.
De lo que se trata en España es de reactivar la economía y de generar ingresos que permitan devolver la deuda. La pública y, sobre todo, la privada, que es la que más pesa.
Producir más y mejor sería la solución al paro y a los bajos ingresos en un país con déficit

Vista de la tierra desde la luna 

La economía productiva, la mejor alternativa a la especulación David vía Compfight

El año 2008 marcó un antes y un después. La denominada crisis subprime del sector inmobiliario estadounidense, el pinchazón de la burbuja, las consecuencias de los atentados del 11-S... todo se fue acumulando hasta generar una gran crisis global que terminó impactando en España. Los bancos vieron su negocio mermado por los bajos tipos de interés en los mercados internacionales y dieron préstamos a bajo interés pero también depósitos a bajo interés, por lo que sus márgenes decrecieron. Para solucionar esta pérdida de negocio, optaron por dar préstamos más arriesgados, los denominados subprime, cobrando más intereses y multiplicando el número de operaciones. ¿Resultado? El primer problema de la deuda es privado, el gran lastre de la economía española. Con 2,4 billones de euros, computando la deuda materializada en préstamos y títulos.

Pasó lo que pasó y algunas entidades de crédito se vieron con dificultades para hacer frente a sus impagos, por lo que empezaron los problemas de liquidez. Al final transfirieron parte de su deuda al Estado, que tuvo que rescatar las entidades financieras, reestructurarlas y suministrarles liquidez, comprando sus activos dañados para evitar que cayesen en una situación de insolvencia y contagiasen al resto del sistema. Además, el Estado se vio obligado a estimular fiscalmente, para evitar una recesión mayor. De este modo, se transfirió parte de la deuda a las familias y empresas, aumentando impuestos para poder reducir su déficit y refinanciar su deuda, conllevando la caída de los ingresos familiares, el aumento del paro y de la inflación. Casi nada.

La globalización financiera fue fruto de un proceso de liberalización

Un movimiento de la tasa de interés tuvo también efectos inmediatos, influyendo además sobre las relaciones cambiarias. La globalización financiera fue fruto de un proceso de liberalización de las finanzas, impulsado por Estados Unidos a través de los organismos financieros internacionales como el FMI y, especialmente, por los avances tecnológicos en materia de informática.

Estas innovaciones permitieron utilizar el dinero en múltiples operaciones diarias de carácter especulativo para obtener ganancias. Por ello, los movimientos financieros superaron las necesidades financieras del comercio internacional y de las inversiones directas extranjeras, estimándose actualmente en alrededor de 4 billones de dólares diarios. Adquirieron un alto grado de autonomía e, inclusive, las grandes empresas transnacionales obtuvieron mayores ganancias por la vía de operaciones financieras que de sus propias actividades productivas, cuando es bien sabido que la economía productiva es la mejor alternativa a la especulación.

Procede la austeridad pero también la reactivación económica

Producir más y mejor sería ahora la solución al paro y a los bajos ingresos en un país con déficit fiscal, como se indica en el libro 'Cómo salir de esta', del que es autor el periodista José Luis Gómez y que saldrá a la venta el lunes día 21, editado por Actualia. Procede la austeridad y la reactivación económica, siempre y cuando sean objetivos complementarios. En definitiva, de lo que se trata es de reactivar y generar ingresos que permitan devolver la deuda. La pública y, sobre todo, la privada, que es la que más pesa.

En el caso de España es el Ejecutivo el que tiene que abordar la complicada tarea de complementar las políticas de austeridad con otras de apoyo a la reactivación económica y a la creación de empleo que lleven esperanza a millones de hogares. La mutualización de la deuda, es decir, la emisión de eurobonos, es uno de los caminos sencillos y rápidos para conseguir mayor integración fiscal en Europa. Sólo así bajarán las tensiones en los mercados y el crecimiento renacerá. @NoemiFarinas

Comentarios