Se necesita un cambio en el reparto de cuotas

Pesca. / RR SS.
Pesca. / RR SS.
Los marineros hablan de la cantidad de ejemplares que casi todas las especies que se pueden "ver" en el mar... y que pueden capturar porque no hay licencia para ello. 
Se necesita un cambio en el reparto de cuotas

Con los mares comunitarios atiborrados de pescado -al decir de los pescadores españoles-, las instituciones pesqueras sostienen que las pesquerías, a efectos de las cuotas de reparto anual, están prácticamente agotadas. Los armadores, en cambio, consideran que es necesario un mejor reparto de cuotas, porque hay stock que garantiza el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) de la mayoría de las especies de interés comercial para la flota española.

Alarma insostenible

Para la Comisión Europea y algunas asociaciones medioambientalistas, la caballa está agotada y la anchoa tiene muy poco papel que jugar en el Cantábrico, el atún rojo mejor no "meneallo" y el bonito es un visto-no visto. Para el sector, es necesario un cambio -que se reclama insistentemente desde hace años- en el sistema de reparto de TAC y cuotas, y los marineros hablan y no paran de la cantidad de ejemplares que casi todas las especies que se pueden "ver" en el mar. Nunca, en los últimos años, se ha "visto" tanto pescado en el mar. Ejemplares que, obviamente, no pueden capturar porque no hay licencia para ello debido a las cuotas establecidas por el Consejo de Ministros de Pesca de la UE.

En el mediterráneo, más de una veintena de atuneros y arrastreros esperan impacientes.

Suroeste de Ibiza. Puerto de San Antonio de Portmany. Al menos un par de docenas de barcos atuneros y arrastreros aguardaban ayer, jueves, a poner en práctica sus sistemas de pesca de atún rojo, cuya veda fue abierta el miércoles. La del atún rojo es una pesca especialmente regulada y muy dirigida a los intereses muy concretos de especialistas en su localización.

Los pesqueros, según medios de comunicación locales, eran visibles desde la costa de Portmany, y son "solo la punta del iceberg" porque, en realidad, son decenas los pesqueros que, ondeando banderas de distintos países mediterráneos, aguardan como con lujuria, el avistamiento de los primeros atunes rojos, piezas sumamente codiciadas y que empresas como Balcegó y Fuentes han situado como una especie de barrera en la costa entre Denia e Ibiza. 

Son barcos -algunos italianos, alquilados por las citadas empresas- que están ahí porque sus patrones y tripulantes, al igual que sus armadores, saben que en cualquier momento, el atún aparecerá, como han llegado a aparecer en las radas de algunos puertos mediterráneos a la caza y captura de peces menores que son su sustento.

Atuneros y, como se indicaba anteriormente, arrastreros alicantinos dispuestos todos ellos a repetir la faena, cuando en tan solo 72 horas, completaron el cupo que podían pescar.

En el atlántico solo pescan los que sueñan

Mientras esto ocurre en el que dicen es un mar "vigiladísimo", en el Cantábrico Noroeste no hay sino expectativas, conocidos los escasos cupos, las cuotas mermadas y los aparejos en los carros varaderos en los muelles y galpones porque los barcos pocas, casi ninguna, posibilidades tienen de hacer caja. Todo ello, a pesar de la evidencia de que hay pescado para dar y tomar. Pero los barcos apenas sienten en sus cubiertas la efervescencia que produce la llamada del patrón a alistar y "largar" los aparejos  que duermen el sueño de los justos. 

Los barcos que pueden pescar, los que sueñan con la anchoa, la xarda, la sardina, el jurel -especies matahambre- sienten en sus espaldares -la cubierta- el agua de las mangueras que los limpian y el peso de las botas de unos hombres que van y vienen sin prisas, sin agobios, sin alegría, sin el ánimo de saber que van a pescar lo que los sistemas de ayuda y la experiencia del patrón de pesca indican. Bruselas no pesca. No comenta. 

En los puertos hace años que no suenan las sirenas de las lonjas indicadoras de la entrada de un barco con tal o cual carga a desembarcar y vender en lonja al mejor postor. Quien más, quien menos, espera a que la eólica marina les retire y los barcos se vendan para el desguace.

Nada nuevo. Todo previsible. Amén. @mundiario

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