Mujeres consejeras también usaron las tarjetas oscuras de Caja Madrid

Foto de Bankia con la que ilustró un análisis sobre España el diario 'The Daily Telegraph'.
Foto de Bankia con la que ilustró un análisis sobre España el diario 'The Daily Telegraph'.

De los 83 consejeros que utilizaron las llamadas tarjetas negras de Caja Madrid solo figuran cinco mujeres, es decir, un 6%. En la lista de los diez que más gastaron aparece una mujer.

Mujeres consejeras también usaron las tarjetas oscuras de Caja Madrid

De los 83 consejeros que utilizaron las llamadas tarjetas negras de Caja Madrid solo figuran cinco mujeres, es decir, un 6%. En la lista de los diez que más gastaron aparece una mujer.

Como dice la sabiduría popular no hay mal que por bien no venga. Por una vez la escasa presencia de las mujeres en los consejos de las empresas y entidades nos viene bien a todas. De los 83 consejeros que utilizaron las llamadas tarjetas opacas o tarjetas negras de la antigua Caja Madrid, sólo figuran cinco mujeres, es decir, un 6%.

El porcentaje es también cercano si miramos el listado de los diez consejeros que más usaron esas tarjetas. Sólo aparece un nombre femenino.

Ironías de la vida. En esta columna en la que semana si y semana también denunciamos la falta de presencia femenina en los puestos directivos fíjense ustedes cómo, ahora

Podría pensarse  que de haber habido más mujeres en el consejo de administración de la antigua Caja Madrid es muy probable que el número de consejeras que hubiesen hecho un uso fraudulento de esas tarjetas también fuese mayor. Lo que viene a confirmar, una vez más, (y por si a alguien le hiciera falta) que somos irremediablemente que vienen mal dadas,  esa ausencia nos favorece.

¿Podríamos sacar como conclusión que las mujeres son más honestas? En absoluto. Sólo estamos ante un simple  caso de proporcionalidad.

Esas cinco consejeras usaron esas tarjetas de la misma manera que  ellos, de forma éticamente reprobable. Aún está por ver si ese uso puede convertirse en delito fiscal o incluso penal.

Iguales

Más aún, cabe pensar que somos tan iguales que de haber habido paridad en ese consejos, es decir 50% mujeres y 50 % hombres los resultados numéricos en el mal uso de los fondos de esas entidades serian igual de paritarios. Es decir estaríamos equiparados en materia de aprovechamiento.

Somos iguales, incluso en las malas prácticas, incluso en la oscura tentación del uso del cargo.

Este episodio moralmente sórdido viene a reforzar el peso de la razón para defender el incremento de las mujeres en los puestos directivos. No porque ellas sean mejores, ni más honestas, ni con más altura moral sino simple y llanamente porque son tan capaces como ellos.  Es una pena que haya que constatar que la igualdad también se impone en la falta de decencia.

Las mujeres son tan competentes  como los hombres para dirigir proyectos  pequeños o grandes, generosos o interesados. Incluso en la falta de ética y moral también son irremediablemente iguales y saben, como ellos, sacar partido de su puesto.

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