¿Está el 'DeporTino' preparado para jugar en Primera División? ¿Seguro que sí?

Nueva goleada del Deportivo en su propio campo. / Twitter
Nueva goleada del Deportivo en su propio campo. / Twitter

A día hoy no tiene portero, la defensa traga goles a una media de tres por partido, el centro del campo no funciona –y menos sin Borges– y la calidad de los puntas –no todos ellos en forma– se dilapida. La nueva goleada ante la Real (2-4) no le puede extrañar a nadie y menos a los lectores de MUNDIARIO.

¿Está el 'DeporTino' preparado para jugar en Primera División? ¿Seguro que sí?

En el estadio de Riazor –menudo mérito– han eliminado toda referencia a los títulos conseguidos bajo la presidencia de Augusto César Lendoiro –la poca que quedaba, tras un desmantelamiento previo–, pero parece que con eso no basta para borrar el recuerdo del buen fútbol de la era de Lendoiro, que contrasta con el bajo nivel del actual Deportivo de La Coruña, de nuevo goleado en su propio feudo: 2-4 ante la Real Sociedad.

En tribuna inferior pusieron ahora unos asientos negros –supuestamente vips– y, aprovechando ese lavado de cara de un estadio con graves problemas estructurales, eliminaron las marquesinas donde antes se reflejaba la historia más gloriosa del Deportivo, pero el pretendido glamour parece que tampoco basta para que la gente se trague el cuento de la buena pipa. Aquellos deportivistas que pagan sus carnés y sus bocadillos calientes –a riesgo de impregnarse de olor a fritanga– no paran de murmurar y protestar. Y sonaron los primeros pitos.

Van solo tres jornadas de Liga y lo que MUNDIARIO ya advirtió –Este DeporTino no está preparado para jugar en Primera División– y el director deportivo de Tino Fernández desmintió –El DeporTino cree que ya tiene plantilla para estar tranquilo en Primera– va camino de no quedar en tablas.

En el Dépor alguien se olvidó de fichar a un portero digno de jugar en Primera. En el fútbol, a diferencia del baloncesto, se juega con guardameta

Hay más contrastes en Riazor. Las abnegadas labores de los ejecutivos de marketing de Tino Fernández, con canapés incluidos para quienes no pagan ni el carné de socio, no consiguen eclipsar olvidos como el de fichar a un portero digno de jugar en Primera División, ya que en el fútbol, a diferencia del baloncesto, se juega con guardameta. Ni siquiera la prensa amiga resiste callada.

"Otro puede ser, pero este DeporTino no está preparado para jugar en Primera División. Y esta vez el problema no parece que sea de entrenador, sino de una deficiente planificación deportiva", alertó MUNDIARIO el pasado 26 de agosto. "Partimos de una plantilla que creemos que es para estar tranquilos en Primera. Luego nadie sabrá el rendimiento. Si lo supiéramos, cambiaríamos los que no van a rendir por otros", replicó el lunes 4 de septiembre, en rueda de prensa, el director deportivo del club, Richard Barral.

En la información de MUNDIARIO se recordaba lo que decía el expresidente Lendoiro, el que hizo grande al Deportivo de La Coruña –ahora una caricatura de aquel campeón de Liga que asombraba en la Champions–, en el sentido de que un equipo debe empezar por tener un portero con garantías, un buen central, un centrocampista de calidad y un punta goleador.

El propio entrenador del Deportivo, Pepe Mel, hizo declaraciones de las que se desprendía la necesidad de fichar a un arquero solvente, señal de que no lo tenía en el vestuario. El director deportivo le replicó diciendo que si tenía que fichar a Lucas Pérez –finalmente cedido por el Arsenal– no tendría dinero suficiente para un gran portero. Al final llegó "muy ilusionado" el guardameta Costel Pantilimon pero Mel no lo puso; prefirió a otro guardameta, Tyton, al que habían invitado a marcharse. Curiosa planificación deportiva en un puesto esencial, inicialmente cubierto por otro portero –Rubén–, que falló ante el Madrid, mejoró en casa del Levante y poco después se lesionó.

Para mayor ridículo, un internacional de postín como el tico Celso Borges no jugó, dejando el centro del campo sin orden ni concierto

Pantilimon parece que no estaba para jugar pero sí en cambio Lucas Pérez, quien apenas se ha entrenado con el Deportivo y viene de una situación incómoda en el Arsenal. Tras la goleada ante la Real –"¡qué envidia da verles jugar!", decía un fiel de Riazor–, el propio Mel admitió que Lucas no estaba en plena forma –lógico– y que Adrián –uno de los mejores jugadores del Deportivo– era la primera vez en mucho tiempo que disputaba 90 minutos. Es más, Mel apeló al cansancio general de sus hombres para justificar la derrota, cuando resulta que la pasada jornada no hubo Liga y que el campeonato lleva tres partidos disputados.

Para mayor ridículo, un internacional de postín como el tico Celso Borges no jugó, dejando el centro del campo sin orden ni concierto con dos hombres –Guilherme dos Santos y Mosquera– que no saben asociarse y se solapan. Tal vez el bueno de Celsinho estaba cansado pero bien que jugó en el estadio Red Bull Arena, de Harrison (Nueva Jersey, EE UU), donde Costa Rica derrotó a los estadounidenses por un contundente 2-0.

En medio de tantos y tantos despropósitos conocidos –por desgracia hay más–, el Deportivo ha encajado 9 goles en tres partidos, dos de ellos en apenas 4 minutos, casi todos por errores de principiantes –no solo de los porteros, por cierto– y sin que a nadie le causase sorpresa, porque hasta el más despistado espectador de Riazor sabe lo que hay... y lo que no hay. No se trata de polemizar con Richard Barral, un técnico del fútbol con experiencia contrastada, pero este DeporTino no está preparado para jugar en Primera División. Otro puede ser..., pero éste no. @mundiario

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