Tesoros persas en el MARQ de Alicante

Pieza de la exposición Irán. Cuna de Civilizaciones. / María Ramos
Pieza de la exposición Irán. Cuna de Civilizaciones. / María Ramos

La exposición Irán. Cuna de Civilizaciones, organizada en colaboración con el Museo Nacional de Teherán y el Drents Museum de Assen, será una de las grandes citas del año.

Tesoros persas en el MARQ de Alicante

El MARQ lo ha vuelto a hacer. Este 2019, su exposición Irán. Cuna de Civilizaciones, organizada en colaboración con el Museo Nacional de Teherán y el Drents Museum de Assen, será una de las grandes citas del año. No sólo por la calidad de las 195 piezas que se muestran en las tres salas que dedica el museo alicantino a esta muestra, sino por el momento histórico en el que se realiza.

La tensión entre el gobierno de Donald Trump y el régimen de Teherán puede pasar a un estadio superior en cualquier momento. Un día a día que bien podría formar parte de una sala extra con pantallas conectadas al minuto con las principales cadenas de televisión, incorporando el presente continuo a esta muestra que antes de la cita alicantina ha podido visitarse en los museos europeos de Bonn (Alemania) y Assen (Holanda).

Esta es una exposición centrada en el territorio que ve pasar las gentes, los pueblos y las culturas. Un territorio que vió llegar los primeros humanos a los montes Zagros, dejando en ellos registro de su paso y que ahora se puede visitar en la primera de las salas que lleva por título “De los orígenes a las primeras dinastías”. Entre las milenarias piezas de esta primera sala llama la atención una flauta de hueso neolítica datada entre el sexto y quinto milenio antes de nuestra era. Por momentos, parecen escucharse en la sala esas primeras notas producidas por el ser humano. Las siempre bellas ambientaciones del MARQ muestran al visitante un tiempo en el que los seres humanos descubren el uso los metales e inventan la escritura, una forma de entenderse en la distancia temporal y espacial.

En la segunda sala que lleva por título “Bajo el gobierno del Gran Rey” encontraremos en primer lugar ricos ajuares de la Edad del Hierro y la última fase de la Cultura Elamita que conducirán a los visitantes embelesados hasta los pies de una estatua de Darío I el Grande sin cabeza, que será la puerta de entrada a los grandes tesoros de la ciudad de Persépolis y que conducen al maravilloso ritón de oro del periodo Aqueménida que aguarda al fondo de la sala.

En la tercera sala “De Persia a Irán”, el visitante encontrará una espectacular escultura de un joven príncipe, que refleja de un territorio ocupado por griegos y partos. En esta tercera sala, la escenografía es aún más imponente. Rompiendo las líneas una cúpula marca el momento de la llegada del Islam. Un gran Corán de los primeros tiempos del Islam reposa bajo la bella cúpula. La escenografía, la iluminación y la ambientación musical son capaces de evocar esta época de esplendor cultural y político que extendió su poder desde el Mediterráneo Occidental al mar de Aral. Un pequeño epílogo final en la antesala de la biblioteca refleja las relaciones entre España e Irán que dejó una amplia documentación conservada en el Archivo General de Simancas.

Una muestra de la que las crónicas sólo encuentran parangón en la que llevó por título 7.000 años de arte persa celebrada en el Museo de Bellas Artes de Valencia en 2003. Trescientos mil años de historia de un territorio fundamental para comprender la cultura humana que pueden verse en una exposición que tendrá abiertas sus puertas hasta el 1 de septiembre en el MARQ de Alicante.

Tesoros persas en el MARQ de Alicante
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